Brasil busca controlar influencia extranjera en la Amazonía
BRASILIA - A medida que se acelera la deforestación de la Amazonía, políticos y funcionarios brasileños describen con cada vez mayor frecuencia a grupos extranjeros que trabajan en la selva como una amenaza a la seguridad nacional que debe ser controlada
Ejércitos invasores, ladrones de plantas medicinales, espías están entre las razones que esgrimen funcionarios en Brasilia para justificar medidas más duras, como límites a la propiedad de tierras y restricciones a las actividades de grupos ecologistas.
Nacionalistas, especialmente en los círculos militares y de inteligencia, han cobijado desde hace mucho teorías conspirativas sobre extranjeros que planean hacerse con los recursos de la Amazonía.
Pero en los meses recientes, un período que ha coincidido con un aumento en la tasa de destrucción de la mayor selva tropical del mundo, su voz se ha vuelto más fuerte y más pública.
Algunos legisladores están preocupados por negocios extranjeros que compran tierras en la Amazonía.
"La creciente adquisición de tierra de parte de extranjeros en la Amazonía es una amenaza a nuestra seguridad nacional, necesitamos imponer restricciones ahora," dijo el senador Joao Pedro a Reuters.
El Gobierno acusa a algunas organizaciones no gubernamentales de biopiratería -robar plantas medicinales para uso farmacéutico-, pero ha entregado pocas evidencias.
Este mes, el Gobierno dijo que podría cerrar a las ONGs extranjeras que no entreguen resúmenes detallados de sus operaciones. Ellas se deben registrar con media docena de autoridades, entre ellas la policía federal, y revelar los títulos académicos y la residencia de sus directores.
"Queremos separar la paja del trigo," dijo el Secretario de Justicia Romeu Tuma Junior.
"El Estado tiene el derecho de exigir que quienes quieren operar en un área de interés nacional abran sus libros públicamente," agregó Tuma.
Ecologistas dicen que son utilizados como chivos expiatorios y temen posibles censuras.
"Es el primer paso hacia el control ideológico de los extranjeros que trabajan aquí," dijo Raul Telles do Valle del grupo de expertos en ecología ISA.
En tanto, el coronel en retiro Soriano Neto, ex oficial de inteligencia del Ejército, dijo a la agencia de noticias estatal que "en algunos casos, estas organizaciones no gubernamentales son el frente de intereses económicos de países hegemónicos. Ellos son depredadores y espías que buscan la biodiversidad de nuestra Amazonía."
AUMENTA TASA DE DEFORESTACION
Críticos dicen que la creciente oposición a la influencia de extranjeros es una reacción a los llamados de una mayor intervención internacional para combatir la deforestación.
El Gobierno estima que 13.000 kilómetros cuadrados han sido talados en los últimos 12 meses, dijo el martes el Ministro de Medio Ambiente, Carlos Minc. Sería el primer aumento en tres años y se compara con los 11.220 kilómetros cuadrados talados en el período anterior.
"Hay ciclos de xenofobia en Brasil; este se da luego de que la atención internacional se centró nuevamente en la Amazonía," dijo Adrian Garda, director del programa del Amazonas de Conservation International.
"He escuchado muchas acusaciones de biopiratería, pero no he visto pruebas," dijo Garda, agregando que su grupo no seguirá la solicitud de inscripción del Gobierno para las ONGs extranjeras porque se considera brasileño.
Brasil considera que una invasión extranjera de gran escala a la Amazonía como una amenaza de seguridad posible, aunque remota, dijo en abril el ministro de Defensa, Nelson Jobim.
En mayo, el jefe del Ejército para la Amazonía advirtió que las fronteras de Brasil eran vulnerables a incursiones extranjeras a través de los territorios indígenas, que albergan a trabajadores extranjeros.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo que las preocupaciones internacionales por la destrucción de la Amazonía para la producción de carne, soja y etanol eran intentos de rivales para socavar las exportaciones brasileñas.
Traducido por Ricardo Figueroa