Brasil: Parlamento aprueba MP de los transgénicos
La Medida Provisoria 113 del año 2003 fue aprobada el miércoles último (14) tras un acuerdo de los agricultores con la bancada oficialista, que prevé en 30 días el envió de un proyecto de ley que discipline la utilización de organismos genéticamente modificados en la producción agropecuaria brasileña
Tal proyecto de Ley refleja el acuerdo votado por la mayoría de los líderes partidarios. Solamente los partidos Prona y el Partido Verde votaron en contra.
El diputado João Alfredo (PT-CE) aclara que la aprobación de esa medida provisoria fue una solución de emergencia encontrada por el actual gobierno para no perjudicar a los grandes y pequeños productores que plantaron semillas modificadas.
Cambios:
1) Queda permitido al poder Ejecutivo prorrogar la comercialización por decreto durante 60 días tras la fecha prevista en la Medida Provisoria original, que es del 31 de enero de 2004;
2) La exigencia de rótulos de identificación sólo servirá para los productos donde conste más de 1% de presencia de organismos genéticamente modificados (la propuesta original no preveía un límite mínimo);
3) La prohibición de crédito de las instituciones financieras oficiales para la soja transgénica que era solamente para el plantío, queda instituido ahora al proceso de industrialización y comercialización;
4) El artículo 7 fue retirado. Este impedía al productor o proveedor de: obtener préstamos en las instituciones oficiales de crédito, recibir beneficios fiscales o de créditos, participar de programas de pago en cuotas de deudas fiscales federales. Según el relator esas penalidades ya son previstas en la norma específica que dirige el plantío de cultivos genéticamente modificados.
Mientras Brasil decide comercializar su zafra 2003 de soja transgénica, México es denunciado por el Greenpeace por recibir productos transgénicos no avalados y supervisados por la secretaría de salud, medio ambiente y agricultura.
La coordinadora de la campaña de ingeniería genética del Greenpeace, Liza Covantes, explicó que esa práctica es irresponsable y pone en riesgo la salud de las personas y de la agricultura del país.
Actualmente en México, como en Brasil, no existe una ley clara sobre transgénicos, pero la situación en este país centroamericano todavía es más grave, pues según los estudios del Grenpeace desde el año de 1998 esos productos genéticamente modificados como harina, cereales, soja, algodón y maíz entran en el país y se comercializan. En la Cámara de los Diputados existe un proyecto de Ley sobre bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados que será votada en septiembre.
La activista, además, alertó que todavía los riesgos que esos alimentos pueden causar a la salud no están aclarados y defendió que esa falta de información viola el derecho del consumidor ya que la población no cuenta con los elementos para decidir si quiere o no consumir estos productos.
ADITAL, Internet, 16-5-03