Bolivia por la reforma agraria, el fin del neoliberalismo
Los trabajadores alteños están dispuestos a enfrentar, e vencer nuevamente, el aparato neoliberal que se rearticula en Bolivia después de la derrota en los combates de Octubre del 2003 y Mayo-Junio de 2005
En comunicado público, los trabajadores dijeron que la rearticulación de los neoliberales se da para "evitar que a través de la Asamblea Constituyente se operen profundos cambios sociales y estructurales".
Ellos advierten que la Asamblea Constituyente no es el único escenario posible para impulsar profundos cambios en la estructura del país, las regiones y los luchadores los movimientos sociales también se ponen en esta batalla. "Los movimientos sociales que por siglos hemos luchado por la concreción de una revolución que cambie toda la estructura del país, tienen abierto el escenario para consumar estos profundos cambios que permitan derrotar definitivamente a los neoliberales que tienen su base en las logias y oligarquía".
Los alteños sabían que la primera victoria no era definitiva, que los neoliberales iban a regresar al escenario político, pero ahora se consideran listos para derrotar a todo el aparato de los oligarcas y logias que están encarnados en Tuto Quiroga, Samuel Doria Medina y los prefectos José Luis Paredes, Manfred Reyes Villa, Mario Cossio, Rubén Costa y Leopoldo Fernández.
Los alteños están de pie contra "el aparato de los neoliberales que han decidido iniciar un contraofensiva contra el actual proceso político que hemos logrado con nuestras luchas" y, pese la ofensiva, los trabajadores continuaran en la busca por dignidad y mejores días para la mayoría de los bolivianos.
Según los trabajadores alteños, las alcaldías, la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados se convirtieron en vergonzosos espacios de nepotismo, prebenda y despilfarro. Por eso, piden que los políticos sean fiscalizados, controlados y censurados, además de los parlamentarios, por los movimientos sociales, también autores indiscutibles del actual proceso político y económico que vive el país.
La lucha de los alteños incluye una nueva distribución tierras en todo el país. En este sentido apoyan "incondicional, militante e inclaudicable" a la marcha de los pueblos originarios - desde el 31 de octubre cerca de mil quinientos marchitas salieron de Santa Cruz en dirección a La Paz para exigir al Parlamento la aprobación de la nueva Ley de Tierras.
"Los oligarcas y los logieros que ahora pretenden aparecer como los más consumados luchadores por la vigencia de la democracia, saben bien que las tierras que usufructúan y acaparan actualmente lo consiguieron ilegalmente en gobiernos dictatoriales y neoliberales. Por esto deben revertir al Estado boliviano los bienes que obtuvieron a cambio de rematar los recursos naturales del país", dijeron los trabajadores.