Bolivia: mega diversidad para proteger
Bolivia sobresale como uno de los 15 países mega diversos del planeta, sin embargo expertos alertan sobre las crecientes amenazas a esa condición, entre ellas la deforestación y quemas de bosques
Pese a la estrategia gubernamental desarrollada, más de cuatro millones 500 mil hectáreas de foresta se destruyeron en 2010 por incendios y quemas provocadas, informó José Luis Osinaga, de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT).
El funcionario precisó que ese año ocurrieron más de 59 mil quemas, principalmente en los departamentos de Santa Cruz, Beni, La Paz y Pando. Explicó que por ello suscribieron varios acuerdos con los agricultores y ganaderos de esas regiones para ejecutar una campaña colectiva de prevención de incendios.
Osinaga destacó la importancia de trabajar en un programa que contemple la aplicación de nuevas tecnologías y prácticas para reducir el problema paulatinamente. Asimismo anunció que está en marcha un plan de capacitación para los productores que realizan quemas en sus terrenos con el fin de mejorar el pastoreo y extender la frontera agrícola, junto a medidas preventivas.
El funcionario explicó que la estrategia de seguimiento, control y prevención de las quemas e incendios busca la protección de los recursos forestales y del medio ambiente, a través de sensibilizar, persuadir, controlar y sancionar, en última instancia, aquellas actividades no reguladas. A ello se suma el control que realiza la ATB mediante el monitoreo, toma de imágenes satelitales e inspecciones en las áreas, además de la constitución de brigadas conformadas por la fuerza pública, la autoridad competente y la fiscalía.
Otro de los problemas planteados por los especialistas es que cada año quedan deforestadas 270 mil hectáreas de bosque por causa de la conversión de las tierras para la ganadería y la agricultura.
Según un informe oficial, la deforestación se traduce en la eliminación de la masa boscosa realizada por medio de la tala o quema indiscriminada y los departamentos más afectados son Santa Cruz, Beni, Pando y La Paz. A causa de ello, existe el peligro de la desaparición de algunas especies de árboles como la caoba, alertó.
En ese sentido, los expertos dividen las causas de la deforestación en directas e indirectas. Dentro de las indirectas se menciona a la sobrepoblación, pobreza extrema en zonas rurales, falta de educación ambiental, acceso a la tierra y tenencia de suelos, asi como la demanda de productos forestales (especialmente madera). Las causas directas tienen que ver con la agricultura, ganadería, exploración petrolera y minera, desarrollo de infraestructura (urbanismos, vías y otros), construcción de represas, además de incendios forestales. Datos oficiales muestran que los bosques en Bolivia cubren una superficie aproximada de 50 millones de hectáreas (un 46 por ciento de todo el territorio nacional).
Posición geográfica privilegiada
A pesar de representar apenas el 0,2 por ciento del área del planeta, Bolivia contiene gran cantidad de recursos genéticos, especies y ecosistemas naturales. De acuerdo con un informe de la Fundación Amigos de la Naturaleza, esa situación responde a la posición geográfica hacia el interior de la faja tropical y por la presencia de la Cordillera de Los Andes.
Bolivia alberga 389 especies de mamíferos, mil 415 tipos de aves y 317 de reptiles, de acuerdo a ese estudio. En esta nación suramericana también están registradas 254 especies de anfibios y 700 de peces. Se ha estimado además que acoge unas 20 mil especies de plantas, entre ellas, mil 200 variedades de helechos y 800 de hongos. Asevera la investigación que entre toda esa variedad de plantas y animales, algunas son endémicas. Esta nación andina también posee innumerables paisajes y ecosistemas, la mayoría de ellos en buen estado de conservación.
De otra parte, se destacan las llamadas eco-regiones conocidas como Sudoeste de la Amazonía (que incluye los bosques de influencia andina como los Yungas), las Sabanas Inundables (Llanos de Moxos y el Pantanal boliviano), el Gran Chaco, la Puna sureña y el bosque seco chiquitano, entre otras.
La autora es corresponsal de Prensa Latina en Bolivia.