Bolivia: el pueblo en contra del ALCA

El rechazo al ALCA irrumpió hoy con fervor y color de pueblo en las calles de la capital boliviana, mientras el Gobierno se esforzaba por atenuar esa reacción popular

Miles de manifestantes, encabezados por el Premio Nobel de La Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y el líder izquierdista boliviano Evo Morales, paralizaron el centro de la ciudad, inaugurando el II Encuentro Nacional contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y la guerra.

Los manifestantes, con banderas y tambores al viento, gritaron consignas de repudio al que los oradores en una concentración previa calificaron de proyecto de dominación neocolonial por parte de Estados Unidos.

En el acto inicial, Evo Morales advirtió al Gobierno que no decida unilateralmente el ingreso de Bolivia al ALCA y que someta el tema a un referéndum para que decida el pueblo, y señaló que este no permitirá la entrega de la soberanía nacional a las transnacionales a través del ALCA.

Pérez Esquivel, por su parte, negó que el proyecto norteamericano promueva realmente el libre comercio y que en realidad es un plan para la sumisión y la dominación de América Latina.

Es un instrumento depredador de nuestras naciones y generador de mayor pobreza y miseria, advirtió entre aplausos en la Plaza de los Héroes del corazón de La Paz.

El sacerdote católico boliviano Gregorio Iriarte, prestigioso economista que desarrolla una silenciosa labor de concientización sobre los peligros del ALCA en todo el país, fustigó también a la proyectada Área de Libre Comercio.

Señaló que se trata de una expresión de neocolonialismo y un plan meramente economicista, al servicio de las grandes transnacionales y ajeno a los propósitos verdaderamente integracionistas.

Entre tanto, el Gobierno pareció reaccionar ante el creciente movimiento de repudio al ALCA, que hoy se expresó además en marchas paralelas en las ciudades de Cochabamba y Santa Cruz.

El viceministro de Industria y Comercio y titular del Comité de la Sociedad Civil del ALCA, Luis Fernando Peredo, aseguró que Bolivia, por ser un país subdesarrollado, podrá proteger su mercado en áreas sensibles durante períodos de 10 a 20 años posteriores a la puesta en vigor del bloque.

Las declaraciones de Peredo parecieron destinadas a los sectores empresariales preocupados por la perspectiva de ser avasallados por las transnacionales con la apertura total del mercado, en su opinión adelantada esta semana por un decreto para compras estatales sin restricciones.

Consideró el funcionario por otra parte poco probable que el ALCA entre en vigencia en el año 2005 como está previsto, y reconoció que si no hay consenso social ello no será posible.

Peredo intentó negar los peligros denunciados por los opositores del ALCA y anunció una campaña de consultas e información para convencer a la población de las bondades que atribuyó al proyecto de inspiración estadounidense.

El funcionario debatió anoche brevemente en una estación de televisión con el coordinador del Movimiento Boliviano anti-ALCA, Pablo Solón, e intentó rebatir la afirmación de su contrincante, de que el asunto lo negocian los gobiernos a espaldas de los pueblos.

Solón lo emplazó a no usar las pláticas parcialmente informativas o de acopio de opiniones como una consulta a la sociedad civil y exigió que, en cambio, la entrada al ALCA se someta a un referéndum.

Argenpress, Internet, 6-6-03

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