Bolivia: Destacan medicina tradicional e indígena para reducir mortalidad materno-infantil
La interacción de saberes entre las parteras indígenas y los profesionales médicos, incrementó en los municipios de Caiza D y Cotagaita -Potosí- la cobertura de parto institucional y la puesta en marcha de salas de maternidad
El viceministro de Medicina Alternativa, Jaime Salles, aprovechó la presentación del documento “Protocolos de atención materna y neonatal culturalmente adecuados” para reflexionar sobre la importancia de aprender de las culturas originarias.
Con esta proyecto se pretende incentivar la aplicación de un modelo de salud familiar y comunitario de acuerdo a la cultura de cada región. Así, el protocolo fue elaborado sobre la base de los conocimientos y prácticas de 55 comunidades, con los saberes de sus médicos tradicionales y parteras indígenas, junto con las aportaciones de varios profesionales en salud. De esta forma, se rescató la cosmovisión andina y se la puso en práctica para reducir los indicadores de mortandad materna y neonatal en estos municipios.
Yolanda Vargas, médica de Causananchispaj, ONG socia de Ayuda en Acción en la zona, señala que esta estrategia tuvo siete fases: Análisis, organización de las parteras y su capacitación en riesgos obstétricos; sensibilización del personal de salud sobre la validez de los conocimientos tradicionales; fortalecimiento del intercambio de conocimientos; revisión de los procedimientos técnicos de atención materna y neonatal; investigación sobre saberes y prácticas tradicionales en el embarazo y parto y, finalmente, la implementación de los protocolos en centros de salud.
El contenido del documento promueve la articulación y complementariedad entre ambos sistemas y el cuidado de la salud física y sicológica de las madres y su consentimiento para realizar los exámenes ginecológicos, entre otros temas.
Sobre este tema, Crisólogo Alemán, Director de la Causananchispaj, que apoya desde hace 13 años a varias comunidades quechuas de la región, sostuvo que gracias al trabajo entre las parteras, médicos indígenas y profesionales, se redujo la mortalidad materna y se mejoró así la calidad de vida de las familias del área.