Avanza Ley de Obtentores de semillas en Chile
La norma entrega por un mínimo de 20 años a las transnacionales semilleras los derechos de patente sobre casi la totalidad de las especies vegetales
El Senado chileno dio media sanción a la Ley de Obtentores de Semillas. La norma deberá ser aprobada por la Cámara de Diputados para entrar en vigencia. La medida busca patentar las semillas y puede afectar a la mediana y pequeña agricultura.
La norma entrega por un mínimo de 20 años a las transnacionales semilleras los derechos de patente sobre casi la totalidad de las especies vegetales.
Con 13 votos a favor, 5 en contra y 6 abstenciones, el Senado de Chile aprobó el Convenio Internacional de Protección de Obtentores UPOV 91.
Este convenio protege al obtentor extendiendo las garantías de las transnacionales que vendan semillas híbridas y transgénicas.
La Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) es una organización propiciada por las transnacionales comercializadoras de semillas como la estadounidense Monsanto.
La aprobación del Convenio Internacional de Protección de Obtentores UPOV 91 es considerado un paso previo para darle sanción definitiva a la Ley de Obtentores.
Un obtentor es una persona natural o jurídica que por medios naturales o manipulación genética haya creado o descubierto y puesto a punto una nueva variedad vegetal.
La Ley de Obtentores busca establecer la propiedad intelectual sobre el cultivo transgénico mediante la aplicación de una patente. Esto significa la privatización de la semilla.
Los agricultores que deseen usar las semillas patentadas deberán pagar dicha patente. Esto amenaza directamente a la pequeña y mediana agricultura.
Senadores plantearon al Tribunal Constitucional que se omitió consultar a los pueblos indígenas.
El Tratado de Recursos Fitogenéticos de la agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reconoce al mejoramiento e intercambio de semillas como un derecho humano de agricultores y pueblos indígenas. Esto es reivindicado por la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC).