Argentina: violencia histórica contra guaraníes
El asesinato de un joven indígena por la seguridad del Ingenio Tabacal, de la empresa Seabord Corporatio, sólo por que robaba naranjas, comprueba, para los movimientos sociales, la situación de violencia histórica a cual han sido sometidos los indígenas guaraníes
La comunidad El Tabacal denuncia que la empresa hace lo que quiere con la complicidad del gobierno. Este discriminaría a las comunidades en conflicto. Además hay la elección de delegados cercanos a la multinacional para integrar el Consejo de Participación Indígena (CPI), que funciona bajo la órbita del gobierno nacional.
La autopsia del cuerpo de Fabián Pereyra, de 18 años, reveló que el joven fue asesinado a golpes en la cabeza y descartó que se haya ahogado en un canal de riego.
Según las conclusiones de los médicos, el chico falleció como consecuencia de inhibición cardíaca por traumatismo cráneo encefálico.
El Ingenio San Martín del Tabacal es acusado de usurpar las tierras de las comunidades de Orán y esclavizar a sus habitantes. Ellos aceptaron esa situación porque seguían en sus tierras. Pero la maquinización de la década de 1960 y posteriores hizo inútil la presencia de los propietarios originarios de estas tierras, por lo que comenzaron las primeras migraciones - lanzamientos hacia asentamientos en la ciudad.
En la década de 1990, los políticos peronistas vendieron la empresa a manos extranjeras, con 40.000 hectáreas cultivadas. Hoy el Ingenio San Martín tiene más de 8.000 empleados en negro, mal pagados (11 pesos por jornada de 12 horas), trabajo infantil y exporta, luego del azúcar El Chango y naranjas, U$ 60.000.000 de dólares al año a la cuenta de la familia Bresky, de la ciudad estadounidense de Boston.
Desde 1996 hasta 2002 la Seaboard Corporation, dueña del Ingenio y Refinería San Martín del Tabacal, se ha maquinizado y ha despedido a 6.800 familias. Esto ha hecho migrar las comunidades desde las colonias de trabajadores, 6 mil familias que fueron obligadas a usurpar las tierras periféricas de la ciudad de Orán, colapsando su sistema económico de empleo urbano, abastecimiento y redes de solidaridad (iglesias, ONGs tradicionales), con la paralela des socialización de las generaciones urbanas guaraníes (sin organización política en nuevas comunidades) y consecuente desviación social producida por encontrarse en un medio urbano agresivo y discriminador a su raza y costumbres.
La situación de pobreza, delincuencia, suicidio adolescente y drogadicción infantil (desde fana hasta cerveza mezclada con lavandina) llegan a niveles nunca vistos en una ciudad que era estacionaria y pacífica. Se supone que el gobernador de la provincia es socio del Ingenio, pues antes que se vendiese viajó a Boston, y cuando regresó, el Secretario de la Producción de la Provincia (Guillermo Yakulika) pasó a ser director de la empresa vendida.