Argentina sin bosques

Según la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, en Argentina apenas quedan 33 millones de hectáreas forestales (equivale a toda la provincia de Buenos Aires) de las 106 que había a comienzos del siglo XX

De acuerdo a los resultados del Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos, además del tercio de nativos en pie, quedan unas 60 millones de hectáreas de tierras forestales, en su gran mayoría formaciones arbustivas de uso mixto y muy fragmentadas.

El ingeniero forestal Carlos Merenson, responsable del máximo organismo ambiental del país, señaló que de aquellos bosques que representaban una superficie que equivalía a los territorios provinciales de Córdoba, La Pampa, Buenos Aires, Chubut y Santa Cruz juntos, se perdieron cerca de 73 millones de hectáreas como consecuencia del avance de las actividades agrícolas y ganaderas, la deforestación y los incendios.

El diagnóstico nacional de los bosques, el primero que se realiza en el país, fue financiado por el Banco Mundial y se realizó analizando datos e imágenes satelitales, además de salidas de campo terrestres y aéreas. La conslusión de los especialistas es terminante: en menos de dos siglos la Argentina perdió más de dos tercios de su patrimonio forestal autóctono.
Celina Montenegro, ingeniera agrónoma que trabajó en el estudio, señaló que de los bosques del espinal, donde habitan el calden y el algarrobo, apenas quedan unos 2,6 millones de hectáreas. En la franja que ocupa desde sureste de Corrientes, parte del centro de Santa Fe, parte de Córdoba, San Luis y La Pampa, y sur de Buenos Aires, la actividad agrícola-ganadera y los incendios, desvastaron una zona cubierta de bosques nativos.

Mientras que de la selva misionera apenas quedan casi un millón y medio de hectáreas, el bosque chaqueño no ha tenido mejor suerte y se conservan unas 23,3 millones de hectáreas. La creación de áreas protegidas en la región andino patagónica permitieron que sea una de las regiones mejor conservadas. Los bosques de lenga, coihue y pehuenes ocupan hoy casi dos millones de hectáreas distribuidos en una angosta franja en Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

La selva de las Yungas, con lapachos, cedros y nogales ocupa 3,7 millones de hectáreas mientras que la región más deteriorada fue la del monte. Según el Inventario, esta región (que se extendía al oeste del país, desde Catamarca hasta el noreste de Chubut), ya no tiene monte nativo. La tala, la agricultura y la aridez dejaron en pie apenas 43 millones de tierras con montes aislados.

EcoDigital, Internet, 15-5-03

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