Argentina: por el fin de las fumigaciones
Se ha iniciado en todo el país la campaña "Paren de Fumigar" que tiene como objetivo contactar a personas preocupadas y/o afectadas por el uso indiscriminado de agrotóxicos en áreas urbanas que provocan daños en la salud y el medio ambiente
La campaña está organizada por el Grupo de Reflexión Rural, el Centro de Protección a la Naturaleza (CeProNat) de la Provincia de Santa Fe y las Madres del Barrio Ituzaingó de la provincia de Córdoba.
La creciente expansión de la soja RR ha barrido con los cinturones verdes productivos que oficiaban como barreras frente a los impactos de la agricultura que rodea a los pueblos. Estos corredores estaban constituidos por montes frutales o de leña, criaderos de animales pequeños, tambos y chacras de pequeños agricultores.
Ahora, los monocultivos llegan a las primeras calles de las localidades y las aerofumigaciones impactan en forma directa sobre las poblaciones. Las máquinas fumigadoras se guardan y se lavan dentro de las zonas urbanas y los venenos contaminan el agua que bebemos.
Los aerofumigadores cruzan los pueblos chorreando venenos cuando se dirigen o cuando retornan de sus objetivos. En la Provincia de Santa Fe los niños son utilizados como banderilleros para indicar a las avionetas dónde deben derramar sus tóxicos. Los granos se almacenan en silos ubicados en medio de los pueblos y diseminan con el venteo de los granos partículas tóxicas.
Caravanas de miles de camiones cargados de porotos de soja cruzan los pueblos hacia los puertos dejando a su paso regueros de muerte en las poblaciones que viven a orillas de las rutas.
Los agrotóxicos que usa la Soja RR son venenos que provocan alergias, problemas respiratorios, cáncer, leucemia, malformaciones congénitas, abortos, retraso mental en los niños y muchas otras enfermedades.