Argentina: mil doscientas denuncias contra Botnia
La intendencia recogió testimonios de vecinos “para hacer presentaciones legales” y se tomaron muestras para determinar si la sustancia que causó el mal olor es o no tóxica. Mañana habrá protestas de ambientalistas en Buenos Aires
El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, reconoció la gravedad de los olores que emanaron de la planta de Botnia. El funcionario, que viene encabezando la ofensiva del gobierno para levantar los cortes de ruta de la asamblea de Gualeguaychú, había argumentado recientemente que no hay ningún registro de que la papelera contamine. Ayer aseguró que la gobernación “no relativiza en absoluto que haya olores nauseabundos y agresivos a la salud humana”, lo que consideró “realmente grave”. Aunque ahora hay que esperar los resultados de los análisis para saber si la sustancia que causó el mal olor es o no tóxica, Urribarri apuntó que el hedor ya es en sí mismo un problema.
En Gualeguaychú y en la zona balnearia ubicada frente a la papelera, los técnicos del equipo de vigilancia ambiental volvieron a hacer mediciones. El día fue mucho más tranquilo porque no llegaron nuevos vahos desde la papelera.
La intendencia instaló en distintos puntos de la ciudad mesas para tomar denuncias y recopiló así 1200 testimonios de vecinos. El intendente Juan José Bahillo dijo a Página/12 que mandará las actas a la Cancillería y la Gobernación “para que se hagan presentaciones legales ante quien corresponda y se lleve una queja a las autoridades uruguayas”.
Bahillo fue gráfico al explicar el alcance que tuvieron las emanaciones del lunes: “Desde adentro de mi despacho, en el centro de Gualeguaychú, se sentía el olor nauseabundo”. Agregó que “nunca, desde que Botnia comenzó a funcionar, se habían sentido olores con tanta intensidad y tanto alcance”.
En la noche del lunes, el intendente fue el orador de una masiva concentración contra Botnia convocada por la asamblea ambiental. “Nuestra causa quiso ser desprestigiada”, dijo el intendente en uno de los tramos más críticos de su discurso hacia el gobierno, aunque ayer ya había bajado el tono para elogiar “la inmediata respuesta del gobierno nacional y provincial”, que envió “aparatología y técnicos” para “reforzar la toma de muestras”.
Como Bahillo, también el subsecretario de Salud local, Martín Piaggio, manifestó que los olores fueron los de “mayor magnitud” desde que funciona la planta y advirtió sobre la “acumulación de contaminantes que puede afectar la salud de la población” (ver página 10).
La evaluación de los técnicos del equipo de vigilancia ambiental no fue dada a conocer. Las muestras fueron traídas a Buenos Aires para su análisis, que estará a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente. Hasta ahora ninguno de los resultados de los muestreos del equipo de vigilancia se han hecho públicos. El argumento es que se trata de pruebas que serán incorporadas en el juicio contra Uruguay ante el Tribunal de La Haya.
Para los técnicos de la asamblea de Gualeguaychú, el mal olor se debería a la presencia de ácido sulfúdrico. Carlos Goldaracena, bioquímico y profesor de toxicología de la Universidad de Entre Ríos, sostuvo que se trata de un ácido altamente tóxico. “Son gases contaminantes, además, porque alteran el bienestar y la manera de vida de la gente”, consideró. El bioquímico lamentó que “tenga que suceder un episodio de este tipo para que se den cuenta que Botnia está contaminando” y tradujo el temor de la ciudad: “Hemos tenido reiterados episodios de este tipo, no vaya a ser que tengamos que hablar un día de un escape de cloro y ahí vamos a tener que salir corriendo todos de Gualeguaychú”.
Por su parte, Jorge Fritzler, uno de los integrantes de la asamblea que acompañó a los técnicos a tomar las muestras en las inmediaciones de la planta, contó que “la membrana del aparato con que se midió el aire quedó de un color amarillo pardo lo que, según anticiparon los técnicos, no era normal”.
La asamblea tiene previsto traer mañana a Buenos Aires una nueva actividad de protesta. La jornada estaba prevista desde la semana pasada, como parte de las marchas que periódicamente los vecinos de Gualeguaychú, acompañados por agrupaciones como la asamblea de San Telmo, realizan frente a las embajadas de Finlandia y Uruguay. La actividad estará ahora potenciada por este nuevo episodio. Una de las incógnitas es si la asamblea se manifestará frente a la terminal de Buquebús, el punto que genera mayor tensión porque atrasa el embarque de los viajeros que van al Uruguay. Las protestas frente a Buquebús son el correlato porteño de los cortes de los puentes internacionales, y los últimos intentos de bloquear los ingresos a la terminal fueron impedidos por la prefectura.