Argentina: informe preocupante para Ituzaingó Anexo
Un nuevo informe sanitario sobre barrio Ituzaingó Anexo volvió a sembrar dudas sobre la situación ambiental de ese sector de la zona sur de la ciudad de Córdoba, en la que en los últimos años se detectó una preocupante cantidad de casos de leucemia, cáncer y otras enfermedades relacionadas con factores contaminantes
Si bien no se trata de un estudio científico nuevo, sino de un análisis de todos los ya existentes, las conclusiones son alarmantes, y hablan de Ituzaingó Anexo como "un sitio contaminado".
El informe fue redactado por el epidemiólogo Ariel Depetris, designado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a pedido de la anterior gestión de la Municipalidad de Córdoba. Elaboró un diagnóstico epidemiológico que encontró, entre otros puntos:
La confirmación de que en el barrio actuó un cóctel de contaminantes conformado en especial por plaguicidas organoclorados y, quizá, plomo y cromo acumulados por descargas de efluentes industriales.
La presencia de plaguicidas en 23 de 30 niños (muestra no aleatoria).
Frecuencia alta de tumores linfoproliferativos.
Los residuos de endosulfan y otros plaguicidas, si bien aparentemente en valores no significativos en el suelo, podrían considerarse como marcadores del riesgo de introducción pasada y presente de plaguicidas en el ecosistema.
Nuevas acciones. "El tema es preocupante, aparentemente siguen apareciendo casos de enfermedades no habituales. Pasa que todos los estudios está incompletos, y este último informe no es concluyente. No se hizo nunca un seguimiento de toda la población como para tener evaluaciones periódicas", asegura el actual subsecretario de Salud del municipio, Abelardo Ávila.
El funcionario adelantó las acciones que se acaban de emprender para tratar este problema. En primer lugar, se creará un comité de emergencia ambiental conformado por la Municipalidad, la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el Ministerio de Salud de la Nación y la Provincia (Ávila espera que esta última acepte, y que se dejen atrás las rivalidades políticas que enlodaron el caso en los últimos años).
También se endurecerán los controles en el barrio, en especial en la zona de fumigaciones, ante la denuncia de los vecinos sobre la falta de cumplimiento de la norma que prohíbe fumigar a menos de 500 metros de las viviendas.
"Vamos a inspeccionar. Si es como dicen los vecinos y no hay respuestas de los productores, iremos a la Justicia. Además, hay un crematorio que, según la gente del lugar, está quemando pilas de celulares", advirtió Ávila, que si bien valoró el trabajo de la anterior gestión, dijo que adoptarán una actitud de compromiso más intensa.
El acuerdo con la UNC pretende implementar un seguimiento de toda la población, en especial la vigilancia epidemiológica de los cinco mil habitantes del barrio y un control cada seis meses para analizar la incidencia de enfermedades no comunes. "Esperamos contar con más colaboración de la Provincia, que en su momento no valoró que había una situación de emergencia ambiental. No hubo un compromiso suficiente", dijo, en alusión al enfrentamiento político Juez-De la Sota, que también tuvo aquí su escenario. Y agregó: "Les vamos a plantear que necesitamos la atención de los enfermos actuales, en especial los oncológicos, ya que desde el municipio no tenemos respuesta a ese tipo de pacientes, salvo en el caso de los pediátricos, con el Hospital Infantil. Pero los adultos necesitan una atención jerarquizada, que no están recibiendo".
Ávila resaltó que se asumirá este caso como "un verdadero problema", y que el estudio a largo plazo buscará dilucidar si el barrio es habitable o no, y en consecuencia qué acciones seguir ante una u otra alternativa.