Argentina: foro sobre agronegocios y conflictos socioambientales
Anticipando el 13º encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas se realizó el jueves 12 de agosto por la mañana en el paraninfo de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) un foro para compartir y difundir los serios problemas derivados de la contaminación y los modelos extractivistas de producción con los cuales funcionan los agronegocios y la minería a cielo abierto
Con la intención de proponer el análisis de los problemas socio ambientales que provocan los monocultivos se convocaron Carlos Manessi del Centro de Protección a la Naturaleza (CEPRONAT); el fiscal general en la Cámara Federal de Tucumán y especialista en delitos ambientales, Antonio Gómez; Andrés Carrasco, investigador del CONICET; Cristina Loaiza, en representación del MOCASE-VC y el abogado santiagueño defensor de los derechos humanos, Antenor Ferreyra.
El fiscal Gómez comenzó el foro vinculando el negocio de los monocultivos con los delitos económicos y ambientales que las empresas multinacionales realizan “inescrupulosamente”. Denunció una “gran evasión tributaria en la venta y exportación de soja, azúcar y limón”, cultivos muy extendidos en el norte argentino.
“Grandes exportadores nacionales bajan con dinero en Tucumán y compran soja en negro. Como necesitan facturas para exportar crean empresas fantasmas que sólo son usinas de facturas falsas” sentenció Gómez.
Explicando como va este asunto dentro del ámbito judicial Gómez afirmó: “El entramado de los agro negocios pasa por Tribunales. Sin apoyo de los jueces no hay posibilidad de tal evasión tributaria”.
A continuación Ferreyra, expresó su posición frente al conflicto que presentan los monocultivos en el modelo agricultor de nuestro país. El abogado santiagueño entiende que tales conflictos son “ribetes de la concentración económica, como lo son la explotación, la contaminación, la corrupción. El modelo económico guiado por la renta es el que provoca el desmonte, los desalojos, la privación de la tierra y de la salud”.
Recalcó, que en este sentido, “no se trata de una problemática especifica, es una sola lucha contra el modelo económico que corrompe todos los derechos humanos”.
Siguiendo la postura de Ferreyra, Carrasco planteó que “la lucha no es sólo ambiental, tenemos que hablar del modelo de apropiación de la naturaleza. Los inversores se acercan al agro negocio debido a la especulación financiera. El centro de esta problemática está en igualar al alimento con la mercancía que sólo es valuada por su capacidad de dar ganancia”.
Frente a la postura del gobierno nacional, a la cual calificó de “una suerte de capitalismo reflexivo que se reflexiona para superarse o capitalismo cognitivo que intenta acumular tecnología para contrarrestar los daños colaterales de anteriores avances económicos” advirtió que “el gobierno está convencido que la soja es un modelo virtuoso, aunque no es sustentable en el tiempo. Con este pensamiento seguimos colonizados”.
Cristina, desde el MOCASE-VC comentó que frente a la amenaza que representan los cultivos sojeros en el monte santiagueño, desde su organización presentaron un informe el año pasado a las Naciones Unidas en relación a la contaminación ambiental que provoca el uso de agrotóxicos para fumigar la soja y el desmonte, ya que “dentro de lo nacional los reclamos no son escuchados”.
Mostrando un grado de esperanza, Cristina afirmó: “Donde estamos organizados, tenemos monte, donde no hay organización, hay contaminación, hay soja. Nos organizamos porque queremos que nuestro hijos conozcan los frutos de los árboles, queremos que conozcan nuestras culturas ancestrales”.