Argentina: camión derrama dos mil kilos de molibdeno, parte en un canal
Un camión de la empresa chilena "Messina" que regresaba de Bajo La Alumbrera derrapó el viernes en horas de la siesta en la localidad de La Puntilla, a 13 kilómetros de la ciudad de Tinogasta
De acuerdo con las primeras versiones, al llegar una curva peligrosa sobre la ruta 60 habría derrapado, luego de intentar evitar el choque con otro vehículo, yendo a parar contra las barandas de contención del camino.
A causa de la inercia, dos bolsas de aproximadamente 2 mil kilos cada una cayeron a un costado del camino y se desparramaron por el aire. Parte del polvo también habría caído en un canal de riego que lleva agua hacia localidades del sur tinogasteño.
El vehículo de carga transportaba hacia el país vecino 25.000 kilos de molibdeno, una sustancia en polvo que se utiliza para aleaciones con el acero.
Cuando caminaba por la ruta con mis manos manchadas por la sustancia desparramada fui agredida cobardemente por uno de los choferes, proporcionándome contusiones y hematomas productos de la gran presión que ejerció en mis brazos.
De acuerdo con las primeras versiones, al llegar una curva peligrosa sobre la ruta 60 habría derrapado, luego de intentar evitar el choque con otro vehículo, yendo a parar contra las barandas de contención del camino.
A causa de la inercia, dos bolsas de aproximadamente 2 mil kilos cada una cayeron a un costado del camino y se desparramaron por el aire. Parte del polvo también habría caído en un canal de riego que lleva agua hacia localidades del sur tinogasteño.
El tránsito se vio interrumpido durante un lapso de horas prolongado y la policía se hizo presente junto al cuerpo de bomberos voluntarios, Defensa Civil y operarios de Vialidad Provincial para colaborar con la situación.
Para recoger el molibdeno se utilizaron máquinas pertenecientes a Vialidad, cuyos operarios trabajaron en forma intensa y a las 19:30 se logró rehabilitar la ruta para su normal tránsito.
Por tratarse de una ruta nacional, personal de gendarmería dio intervención a la fiscalía federal.
La policía intentó dar con el auto que se habría cruzado en el camino del chofer del camión, aunque los resultados fueron infructuosos. La gente en el lugar protestó por la mala señalización del camión.
Esta clase de accidentes no es la primera vez que ocurre en Tinogasta, recordemos que en julio del año pasado un camión cargado con cuatro mil kilos de nitrato de amonio volcó a 30 kilómetros de Tinogasta y puso en alerta a los habitantes de las poblaciones cercanas. Por el incidente, los vecinos de la zona habían radicado una denuncia en la fiscalía general de Tucumán investigando la posible existencia de un delito de contaminación ambiental.
La mitad de la carga, que era transportada en esa oportunidad dentro de bolsas en el interior de un container, había quedado desparramada al costado de la ruta nacional 60, en una zona desértica sobre el kilómetro 22.
Agresión a una vecina
En horas de la tarde de hoy 21 de octubre , en la localidad de La Puntilla, TINOGASTA, un camión del Transporte Messina en una curva , derramó dos bolsas de una sustancia oscura, cayendo una de ellas en el canal de riego y la otra a la orilla, volcando parte de su contenido en el agua y en el suelo.
Cuando caminaba por la ruta con mis manos manchadas por la sustancia desparramada fui agredida cobardemente por uno de los choferes, proporcionándome contusiones y hematomas productos de la gran presión que ejerció en mis brazos.
Los efectivos policiales presentes en el lugar como siempre custodiando la preciosa carga del camión, por mis desesperados pedidos de auxilio, se acercaron a tratar de que me soltara, pero este individuo ciego de furia no acató las órdenes de la Policía. Ante esto debieron intervenir los demás, llamados ambientalistas, presentes a socorrerme.
Una cobarde agresión, una salvaje defensa del saqueo, un repugnante hecho que sigue mostrando la impunidad con la que actúan los miserables, seguros de que pueden saquearnos, destruirnos, contaminarnos y los que deberian garantizarnos los derechos, miran hacia otro lado.
Luego de los tristes momentos vividos, de la angustia de estar declarando frente a un oficial como si la delicuente fuera yo, de la impotencia de ver como los derechos humanos solo se declaman para ganar votos, me voy a descansar, con la promesa de continuar esta lucha hasta donde lleguen mis fuerzas, de agradecer las reconfortantes muestras de apoyo y con más amor por la vida y esta bendita tierra que me vio nacer.