Argentina: al amparo de grandes nombres, grandes dudas
Carta abierta sobre el caso del uranio en el agua de pozo en Ezeiza y Esteban Echeverría. La ARN (Autoridad Regulatoria Nuclear) ha difundido la siguiente información:
"Organizaciones de las Naciones Unidad e instituciones científicas internacionales especializadas realizaron un Peritaje Internacional, el cual concluyó que no hay contaminación radiactiva en dichos Partidos, y que el uranio presente en las aguas es debido a procesos geoquímicos naturales"
Lo encomillado hasta aquí y en el resto del texto, corresponde a la ARN. El resto, son apreciaciones nuestras.
"El Peritaje fue realizado por las siguientes organizaciones:", dice (las mencionamos en un orden diferente al del comunicado y las comentamos por grupos.
"Comisión Internacional de Protección Radiológica; Asociación Internacional de Protección Radiológica; Organismo Internacional de Energía Atómica"
¿Alguien esperaba que instituciones vinculadas a la energía nuclear hicieran responsable de algo al CAE (Centro Atómico Ezeiza) o a la ARN? (Autoridad Regulatoria Nuclear) No se puede ser Juez y parte. Como mínimo, sus afirmaciones pueden merecer reparos.
"Organización Mundial de la Salud; Organización Panamericana de la Salud; Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación"
Estas instituciones son de un prestigio tal, que su sola mención nos merece un profundo respeto. Nos preguntamos ¿Qué función les cupo en el peritaje? Es posible que su vinculación con el peritaje no haya significado que efectuaron estudios por su cuenta, porque difícilmente tengan laboratorios especializados que hayan estudiado las muestras.
Asimismo, es posible también que -respetando la jerarquía de las instituciones vinculadas al nuclearismo- su única función haya sido la de avalar con su presencia, las conclusiones de las mismas. Será imposible confirmar esta posibilidad. Solamente podremos apoyarnos en los conceptos que acabamos de expresar, que reposan en el sentido común.
"Comité Científico de las Naciones Unidas para el estudio de los efectos de las radiaciones atómicas."
El nombre impresiona. ¿Qué función cumplen? Porque no se oyó nada de ellos cuando se denunciaron numerosos casos de cáncer en tropas norteamericanas e italianas, por el uso de uranio empobrecido en proyectiles. ¿O es que su función consiste en avalar todo lo nuclear, independientemente de los efectos concretos de las radiaciones atómicas?
ARN afirma que "no hay contaminación, de origen humano, con elementos radioactivos, en las aguas utilizadas para consumo humano en la zona constituída por los distritos de Ezeiza, E. Echeverría y La Matanza."
Cuando subraya que no hay contaminación de origen humano, está afirmando que -si la hubiera habido- ella no habría sido producida por el Centro Atómico Ezeiza. Es decir no afirma ni niega que el porcentaje de uranio y nitratos en el agua de bebida sea elevado. Solamente que si fuera superior a lo aceptable, no podría culparse al Centro. Acepta que "hay uranio natural, como resultado de procesos geoquímicos naturales". Dado que las mediciones efectuadas en distintos pozos, muestran mayor cantidad de uranio, a medida que nos acercamos al CAE, eso significaría que los procesos geoquímicos naturales se van acentuando con la cercanía.
Incluso, las mediciones efectuadas en zonas del conurbano distantes de los sectores afectados y del CAE, muestran menores porcentajes de uranio.
"Los niveles de radioactividad cumplen las normas internacionales de protección radiológica y, por lo tanto , no representan un peligro para la salud humana."
Imaginamos que no hay ánimo de engañar. Sería penoso pensar que una institución del prestigio y las responsabilidades que la ARN tiene hacia la población, falta a la verdad. Pero lo cierto es que "las normas internacionales" considerando como tales las que rigen en Estados Unidos, Canadá o Inglaterra, oscilan entre 15 y 30 microgramos por litro, que son muy inferiores a las halladas en numerosos pozos de la zona. Lo que seguramente han querido decir es que la legislación argentina acepta hasta 100 microgramos por litro. Y, ese, es un argumento totalmente falso.
La legislación argentina habla de 100 microgramos en las aguas destinadas a bebida antes de ser tratadas, no para ser ingeridas con uranio en esa concentración.
Increíblemente, olvidan decir que esa misma Ley solo acepta 10 microgramos por litro para regar las zanahorias.¿Cómo se explica esta incongruencia? Para comprenderlo hay que pensar quién dicta las leyes.
La dictan legisladores que -en su mayoría- han llegado a su función por razones políticas, no por sus conocimientos en física nuclear o en biología. Conociendo sus limitaciones, buscan asesoramiento. Y no lo hacen en ámbitos independientes sino recurriendo a las instituciones como la Autoridad Regulatoria Nuclear, el CAE, la Organización Internacional de Energía Nuclear, la Autoridad Nuclear Brasileña, etc. Y ellas quizás le hayan dicho que la Ley argentina acepta hasta 100 microgramos por litro. Si alguien duda de estas afirmaciones, pídanos el texto de la Ley. No es imaginable tanta mala fe en instituciones tan prestigiosas.
"Las estadísticas sanitarias respaldan la conclusión de que no se prevén efectos sanitarios perjudiciales por exposición a radiación ionizante."
Estamos ansiosos por conocer detalladamente esas estadísticas. Tenemos presente que el Sr. Ministro de Salud ha declarado públicamente que no son necesarias. No sabemos qué métodos han utilizado para elaborarlas. Es voz corriente que, según se hagan, quien las efectúa puede demostrar lo que quiera. ¿Han recurrido a los hogares para informarse si hay enfermos vivos o muertos, dónde se tratan, qué medicación reciben? ¿O han consultado a Hospitales y Sanatorios que -siguiendo el ejemplo de los Ministerios- no se caracterizan por la confiabilidad de sus estadísticas.
Teníamos la impresión de que los ministerios, en la Nación y en la Provincia de Buenos Aires, no abusan del método estadístico y si las efectúan, no tienen la deferencia de explicar qué métodos utilizan. Es más. Médicos locales consideran que hay aquí un incremento inexplicable de casos de cáncer y de trastornos genéticos, lo cual contrasta con esas afirmaciones.
"Puesto que no hay contaminación antropogenia (por acción del hombre) con lementos radioactivos, no pude atribuirse contaminación a actividades que se hayan realizado o se estén realizando en el emplazamiento del CAE"
Nuevamente, la gran preocupación de la ARN, es demostrar que el CAE no es responsable. Puede que así sea, pero en tal caso tendrán que explicar por qué aumenta la concentración de uranio en sus cercanías.
Para fundamentar su afirmación, la ARN también menciona el respaldo de numerosas instituciones. A primera vista, son instituciones prestigiosas y confiables.
Analicemos, someramente, si cumplen con esos atributos. Academia de Ciencias de Buenos Aires; de Medicina; Argentina de Ciencias del Ambiente:
¿Qué estudios propios han efectuado para avalar?
Sigue una larga lista de instituciones universitarias y de investigación.
¿Qué estudios propios específicamente vinculados a este caso ha efectuado cada una de ellas?
¿O se han limitado a respaldar - por respeto a su jerarquía o porque se las presionó- las afirmaciones de la ARN.?
Hasta aquí estamos expresando respetuoso disenso con la ARN. Pero -quizás- al lector le interese conocer nuestras afirmaciones. A pesar de que, eventualmente, esté convencido de la veracidad de la ARN y sus respaldantes, debido al prestigio de sus nombres y al desconocimiento de los nuestros.
Llamamos, para apuntalarnos, a la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), una de las instituciones más jerarquizadas del mundo, en materia ambiental.
Análisis efectuados por ellos, a pedido de un ex Secretario de Política Ambiental de la Pcia de Bs.As (inmediatamente se le pidió la renuncia), indican el incremento de uranio en aguas de bebida de la zona. La EPA no es pro ni antinuclear. Es independiente. Se ha opuesto a dictámenes de otras Agencias del gobierno norteamericano.
¿Qué explicación podemos dar a que desde el Estado Nacional y Municipal y que desde prestigiosas instituciones nacionales e internacionales, se niegue la contaminación? Decir que ello se debe a una conspiración nacional e internacional, no es creíble. Sin embargo, la Historia nos recuerda que fue castigado por las instituciones más jerarquizadas, el que osó afirmar que la Tierra gira alrededor del Sol y no a la inversa.
Lamentablemente, en aquel caso, pasaron muchos años hasta que se conoció la verdad. Los responsables ya habían desaparecido.
Seguramente en éste -que es infinitamente menos importante - puede suceder lo mismo.
* Asociación Contra la Contaminación Ambiental de Esteban Echeverria y Ezeiza
RENACE - Red Nacional de Acción Ecologista de la Argentina
ten.demartni@ilgitsv