Argentina: Tucumán: la Pachamama devuelve la ofrenda multiplicada
Mañana se celebra el Día de la Madre Tierra, a quien se le pide que dé muchos frutos y bienes para que no le falte el pan a nadie. "Agosto es el mes de la unión entre el cosmos y la Tierra", afirma un descendiente calchaquí
"Es común que la gente le tenga miedo al mes de agosto, por eso toman el té de ruda. Desde hace muchas generaciones es considerado un mes de mala suerte. Pero nosotros decimos que cuando una persona es creyente -de cualquier creencia-, no existe un mes malo", sostiene convencido Juan Carlos Yapura, presidente de la Fundación Yuyai. Yapura, descendiente de indígenas calchaquíes, afirma que agosto "es el mes de la fecundidad, cuando vienen las primeras lluvias; nuestra Madre Tierra está preñada, y después, ya en la primavera, empieza a parir y salen las plantas a la luz".
En agradecimiento a los frutos que da la Pachamama o Madre Tierra, se hacen las apachetas, un montículo de piedras para hacer las ofrendas y los agradecimientos. Allí se colocan flores para el buen augurio. También se le entrega a la Pachamama lo que a ella le gusta: cigarrillos, vino, hojas de coca, azúcar, galletas. "Ella bendice todo eso y lo devuelve multiplicado para que no falte el pan para nadie", asegura Yapura.
"Agosto es el mes de la unión entre el cosmos y la Tierra, que empieza a dar los frutos de su fertilidad. Y nosotros, los seres humanos, provenimos de esa fusión. El día en que lo entendamos, comprenderemos que, de verdad, todos somos hermanos", reflexionó el dirigente indigenista, oriundo de Amaicha del Valle.
Yapura comentó que en ocasión de los actos que se harán mañana en la Casa de la Cultura de la Municipalidad capitalina, en el parque 9 de Julio, se hará un pedido especial para que la Pachamama y todo lo que tiene que ver con las culturas diaguitas y calchaquíes tenga su difusión en las escuelas.
Por ello, a cada escuela que participe en el acto se le entregará una piedra tallada, para que la coloquen en algún sitio especial del establecimiento.
Inscripción
Esa piedra, según Yapura, tendrá una inscripción que, traducida, significa: "Proteger todo lo que es de nuestra Madre Tierra y no destruir para que podamos tener vida". La piedra -agregó- simboliza los cuatro elementos de la vida a través de los animales que los representan: el cóndor de dos de cabezas (aire), el sapo y la rana (agua), la serpiente (fuego) y el choiqui o avestruz, con la cruz en el medio (la tierra fecunda).
En todo agosto
Para realizar estas ceremonias, vale todo el mes de agosto; sin embargo el día primero al ser la fecha del comienzo de ese mes, es el día preferido, casi el obligatorio, para tales prácticas que, según se estima, llevan a cabo casi la totalidad de las familias de la región, en particular de Jujuy y Salta, en algunos lugares de los Valles Calchaquíes en Catamarca y Tucumán, y también en Santiago del Estero.
En ocasiones (en la Quebrada de Humahuaca o la puna), se prepara además una sopa conocida como "tijtincha", de maíz seco guardado de la cosecha pasada, aderezada con charqui de llama o de cordero -carne salada y secada al sol- y otros aditamentos, todo ello para que la Madre Tierra reciba su cuota de comida y predisponga favorablemente el lugar para el futuro desarrollo de las semillas que se han de plantar.
Pero además de dar de comer a la tierra, en cada vivienda se preparan "sahumerios": una mezcla de alimentos secos y sustancias aromáticas: azúcar, café, hojas de coca, menta, laurel, canela, incienso, etc., junto con fibras de lana de cordero o de llama, pelusas del piso y otros elementos que el dueño de casa elige a voluntad y que tienen que ver con su cotidianidad. Tal mezcla se deposita en el fuego o en piedras candentes y, cuando empieza a levantarse la humareda propiciatoria, con ella "se sahumarán" todas las habitaciones de la vivienda y los cuatro rincones de cada una de ellas. También los habitantes, uno por uno, reciben el humo renovador.