Argentina, Entre Ríos: confirman que el "glifosato" causa abortos espontáneos

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País Argentina

Autoridades de la Secretaría de Salud se encuentran particularmente preocupadas por los casos de personas posiblemente afectadas por fumigaciones en distintas localidades de Entre Ríos

A los casos de abortos espontáneos y de cáncer en San Salvador conocidos en los últimos días, se suman denuncias de General Ramírez, donde los vecinos de esa localidad denunciaron a una empresa recicladora de bidones de glifosato, por arrojar a la vía pública parte de los líquidos que quedan en los recipientes.

En ese sentido, el director de Epidemiología Pablo Basso, dijo que “aunque haya leyes que nos digan a qué distancia hay que sembrar, tenemos que estar muy seguros de saber qué concentraciones de agroquímicos se están usando, a qué distancia de las poblaciones se está fumigando y, sobre todo, si esas fumigaciones son aéreas o terrestres”, manifestó el médico.

“El del glifosato es un tema que a nosotros particularmente nos interesa, pero no sólo este químico, sino cualquier otro que pueda estar en el medio ambiente y que se use en forma indiscriminada o ilegal, en algunos casos. No es nuestra incumbencia (de su Dirección) pero estamos preocupados en ver cuáles son los alcances legales del uso de los agroquímicos, porque sabemos por estudios hechos en otros lugares del mundo, que causan efectos indeseables en la salud”, aseveró Basso.

DENUNCIAS.

El funcionario reconoció que la Secretaría recibió denuncias del Foro Ecologista de Ramírez, “donde nos alertan sobre una empresa que podría estar utilizando agroquímicos en sus fabricaciones. Podrían estar usando envases de glifosato que estarían contaminando el ambiente. Estamos estudiando el caso en este momento e inclusive sabemos que hay participación de la Justicia de Diamante”.

“La impresión visual, porque esto lo puede ver cualquier persona, es que todas las poblaciones del interior de Entre Ríos están en íntimo contacto o a muy pocos metros de los sembradíos. Sabemos que las fumigaciones causan efectos indeseables en la salud, sobre todo cuando se expone a la gente”, explicó a APF.

En el caso de los embarazos, agregó, “está absolutamente comprobado que (las fumigaciones) producen abortos espontáneos y malformaciones al nacer”.

“Aunque haya leyes que nos digan a qué distancia hay que sembrar, tenemos que estar muy seguros de saber qué concentraciones de agroquímicos se están usando, a qué distancia de las poblaciones se está fumigando y, sobre todo, si esas fumigaciones son aéreas o terrestres”, acotó Basso.

En el caso de Ramírez, la planta fue recientemente clausurada, tras las cientos de denuncias que se hicieron. Los vecinos de la fábrica, testigos y damnificados directos, relataron en varias oportunidades a EL DIARIO, sobre las secuelas que les provocó estar en permanente contacto con los poderosos agroquímicos.

Es que la fábrica Pregram, no sólo acumulaba bidones en la vía pública, sino que en el proceso de reciclado, los plásticos eran lavados y el agua con deshechos químicos era volcado a la calle.

Osvaldo Müller, vecino de la planta, padece en carne propia los efectos del glifosato. Durante años, su trabajo fue manipular este poderoso herbicida, capaz de destruir toda clase de plantas menos a la soja, lo que le provocó daños irreversibles en la salud. Por recomendación médica, debió abandonar su actividad en el campo, pero ahora convive con el agroquímico en la ciudad, a raíz de la planta Pregram.

“Me intoxiqué con glifosato cuando trabajaba en el campo y desde entonces no puedo ni oler este químico, porque me provoca fuertes dolores de cabeza y reacción en la piel. Pese a que ya no trabajo más en el campo, debo convivir con este veneno en plena ciudad y a pasos de mi casa”, dijo a EL DIARIO, Müller.

S.O.S

Los padecimientos de los vecinos de la fábrica Pregram de Ramírez, son similares a los que padecen los pobladores de San Salvador. En esa localidad, no existe una planta recicladora de bidones que contenían el poderoso agroquímico, sino que ellos están expuestos al glifosato en cada fumigación.

Es que en San Salvador, prácticamente la soja está sembrada en la zona urbana, según reconoció a este medio el director del Hospital San Miguel, Hernán Bernhardt, quien reveló los numerosos casos de abortos espontáneos que se produjeron en septiembre en esa ciudad.

Por los medios locales, pobladores de distintos barrios de la ciudad describieron las reacciones que sienten cuando se fumiga en la ciudad, entre ellas, irritación en la piel, en los ojos y en la garganta.

Agroar.info, Internet, 30-12-08

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