Argentina: Botnia “causa daños irreparables”
En la primera audiencia de la última etapa del juicio iniciado por la Argentina contra Uruguay, por la instalación de la pastera finlandesa, la representante de Cancillería, Susana Ruiz Cerutti, dijo que “nosotros sabemos que Botnia contamina”
Comenzó la última etapa del juicio a Uruguay por la instalación de la pastera finlandesa en Fray Bentos. En la primera audiencia oral ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Argentina aseguró que Botnia “causa daños irreparables”. La embajadora argentina ante la Corte habló además de los problemas de salud de los vecinos de Gualeguaychú y de las emanaciones que “huelen a huevo podrido”. Y en uno de sus párrafos más elocuentes, Susana Ruiz Cerutti explicó además que “nosotros sabemos que Botnia contamina, que no cuenta con la mejor tecnología y que hubiese sido prohibida en Europa”.
La de ayer fue la primera de las doce audiencias previstas para esta nueva y última etapa del diferendo con Uruguay por la instalación de la pastera. Como es la parte demandante, Argentina inició la primera ronda de audiencias. La próxima semana, tomará la palabra Uruguay. Y durante la tercera semana, ambos países se turnarán para responder los puntos pendientes. Una vez que concluyan las tres semanas de etapa oral, el máximo tribunal de justicia de Naciones Unidas se retirará para formular un veredicto que según todos los cálculos puede demorar unos seis meses.
Cerutti es la voz argentina más importante en estos días de audiencias. Dijo que la Argentina está convencida de que Botnia “causará un daño irreparable al ecosistema del río Uruguay y que así lo demuestran los informes científicos y los numerosos y recurrentes episodios e incidentes de contaminación que se manifestaron”. En ese contexto, dijo “estamos preocupados por la salud de los habitantes ribereños, quienes se han manifestado contra la planta ante los olores nauseabundos” y explicó que “cada día, la fábrica desprende una enorme cantidad de contaminantes en el agua y en el aire”. Dijo que la emanación de ácido sulfhídrico “huele a huevo podrido” que “no sólo llega a la costa sino al centro de Gualeguaychú”.
Junto a la consejera legal, la Cancillería llegó con una delegación de unas treinta personas entre las que están el secretario de Ambiente, Homero Bibiloni; el director del Instituto de Servicio Exterior, Horacio Basabe, y el embajador argentino en Países Bajos, Santos Goñi Marenco.
Cerutti mencionó el resultado de los análisis de dos años que se hicieron en el marco del Plan de Vigilancia Ambiental del Río Uruguay. Como anticipó Página/12 hace una semana, ella habló de los olores, de la aparición de manchas en el río, de la reiteración de episodios de floración algales en una escala que “no registra antecedentes” y de explosiones derivadas de accidentes en la operación de la planta. “En particular –indicó–, en el último verano se han producido episodios con mayor frecuencia, el último de los cuales ocurrió hace pocas semanas, el 11 de julio.”
Argentina presentó la documentación de base en un adjunto entre junio y julio de este año. Pero los resultados recién empezaron a conocerse ayer, porque el material perdió el carácter de confidencial previsto por la Corte. En su primera presentación general, la consejera agregó que el país no sólo recurrió a la Corte por Botnia, sino para salvaguardar el carácter jurídico del Tratado del Río Uruguay, un acuerdo firmado entre ambos países en 1975, que es base de la denuncia argentina y, según dijo Cerutti, “precursor en términos de protección del medioambiente y del ecosistema del río”
Detrás suyo, Bibiloni aseguró ante la prensa que Botnia “es la peor planta en el peor lugar”. Y anticipó que durante las próximas jornadas se mostrarán los resultados de tipo pericial y científicos que sostienen los resultados de los informes. Hay elementos nuevos y significativos, dijo, “que tienen que ver con los olores, la proliferación de algas y o elementos como la limpieza industrial”.
Por la Argentina también habló Philippe Sands, prestigioso jurista del Reino Unido, socio de Cherie Blair, la esposa de Tony Blair. El gobierno argentino lo contrató para reforzar el equipo jurídico en La Haya. Sands defendió ante la Corte la “sensibilidad” del lugar en el que está emplazada Botnia debido a las características peculiares del río Uruguay, que tiene dificultades para diluir efluentes contaminados. Según el jurista, el río Uruguay corre lento cerca de la planta e incluso muchas veces, a causa de los fuertes vientos, lo hace en sentido contrario, con lo que en vez de sacar los efluentes hacia la desembocadura, los lleva hacia arriba. Ese fue el caso de lo que pasó en el mes de febrero pasado, explicó, cuando la floración de las algas tóxicas llegó hasta los Esteros de Farrapos, como mostró él mismo a través de una foto satelital. “Estamos haciendo una presentación actualizada, con los informes científicos que son los que me permiten afirmar que Botnia ya contaminó”, manifestó.