Aprueban legislatura que prohíbe la discriminación genética(en Argentina)

La Legislatura de la ciudad de Buenos Aires aprobó ayer una ley que prohíbe la discriminación basada en información genética, poco después de anunciarse en Estados Unidos y Gran Bretaña el descubrimiento del mapa del genoma humano

El proyecto había sido presentado hacía un año por las legisladoras Patricia Ruiz Moreno (centroderechista Nueva Dirigencia) y Alicia Pierini (peronista).
La ley prohíbe realizar estudios genéticos en exámenes para postularse a empleos o para ser admitido en sistemas de atención médica o en aseguradoras de riesgos de trabajo, dentro de la capital federal argentina.

También prohíbe difundir o hacer pública la información genética de las personas, excepto cuando el propio interesado o un juez lo autorice.

"Nadie podrá ser objeto de discriminaciones fundadas en su genoma", establece la ley.

"Se garantiza y resguarda el derecho a la dignidad, identidad e integridad de las personas con relación a su patrimonio genético".

En el Perú

En nuestro país no hay normas al respecto, a pesar de haber suscrito el Convenio de Biodiversidad de Brasil, realizado en 1992 y que comprometió a las naciones a legislar y propiciar el intercambio de biotecnología.

El doctor Luis Campos Baca, presidente de la Comisión de Ambiente, Ecología y Amazonía del Congreso, recordó que sólo disponemos de un comité de bioseguridad para el caso de plantas, animales y organismos vivos modificados genéticamente. Tampoco se ha aprobado la norma del Instituto Nacional de la Competencia y la Propiedad Intelectual, que protege el desarrollo y conocimiento de los pueblos nativos del país.

"Sobre el genoma humano no hay legislación, tampoco en bioética", aseguró Campos Baca, biólogo y doctor en ciencias.

Consideró urgente la formación de un Comité Ético, Social y Legal -como se ha hecho en otros países- para que evalúe las implicancias médicas, filosóficas, jurídicas, éticas y religiosas del borrador del genoma humano, también llamado el libro de la vida.
El Comercio, Perú, 29-6-00

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