Aprueba el Parlamento Europeo estrictas medidas sobre los alimentos transgénicos

Productos genéticamente modificados deberán portar una etiqueta de advertencia. Estados Unidos criticó la decisión; se afectan intereses de los productores, argumenta

REUTERS, AFP Y DPA - Bruselas, 2 de julio. El Parlamento Europeo aprobó hoy una estricta reglamentación que obliga a identificar, mediante etiquetar, los alimentos modificados genéticamente. Esta medida podría servir para que siete países de la Unión Europea (UE) levanten la moratoria para el registro en sus territorios de nuevos genes.

Las normas, que requieren todavía el aval definitivo de los gobiernos que integran la UE, exigirán que la industria alimentaria separe los granos transgénicos de los convencionales y fijará límites severos a las mezclas accidentales en las importaciones de alimentos a Europa.

En reacción, Estados Unidos criticó el nuevo conjunto de leyes de los europeos por considerar que se debe proveer al consumidor información amplia, pero las indicaciones en los envases debían ser neutrales y factibles para el productor.

"Nos preocupa que la trazabilidad (rastreo del origen) y la obligación de etiquetamiento propuestas por la UE no alcance este estándar", señaló el portavoz estadunidense de Comercio, Richard Mills. Sostuvo que el voto del Parlamento Europeo "no termina con la moratoria ilegal sobre los productos biotecnológicos".

El gobierno y sectores agrícolas estadunidenses señalaron que la medida europea no suprime su determinación de continuar con la lucha para terminar con todas las restricciones a sus exportaciones.

En Buenos Aires, voceros del gobierno comentaron que el duro marco regulatorio europeo es una bomba de tiempo para Argentina, porque podría golpear sus exportaciones agrícolas debido a su difícil y costoso cumplimiento, pues se trata de uno de los principales productores de granos en el mundo que gran parte de sus ventas tienen como destino a puertos europeos.

Estados Unidos, junto con exportadores de Canadá, Australia y varios países latinoamericanos, mantienen una demanda ante la Organización Mundial de Comercio (OMS) en torno a la moratoria europea, que establecieron desde 1999 Francia, Italia, Bélgica, Grecia, Dinamarca, Luxemburgo y Austria.

Mientras, algunos grupos ecologistas, como Greenpeace, dieron la bienvenida a la legislación europea, debido a que es una de las más estrictas del mundo. "Es una victoria histórica de los consumidores", dijo la citada organización.

Apuntó que esta "resistencia" frente a la nueva reglamentación permitirá a los consumidores identificar los ingredientes de los alimentos y piensos animales, y es un modelo para otros países.

Las nuevas reglas permiten una mezcla accidental de transgénicos de no más de 0.9 por ciento en envíos de agroalimentos convencionales a la UE. Asimismo, habilitan a los países miembros a imponer "medidas apropiadas" para asegurar que no haya cruzamiento entre cultivos transgénicos y tradicionales durante la polinización.

En Tokio, investigadores en agricultura destacaron que las guerras, sequías y una creciente población que huye de sus lugares de origen frustrarán los esfuerzos para reducir a la mitad el espectro del hambre en el mundo para 2015, a menos que todo el peso de la ciencia se aplique en la producción de alimentos.

La Jornada, México, 3-7-03

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