Amazonas, en peligro
Los incendios y la tala ilegal de árboles están acabando con el llamado "pulmón del mundo", evitando que absorba los gases de efecto invernadero
Santarem, Brasil (AP).- Mientras la avioneta aterrizaba, el olor a humo invadía la cabina del piloto. Abajo se divisaba un verde ceniciento y arriba el sol se desdibujaba detrás de una humareda gris.
La selva amazónica se estaba quemando y no sólo se trataba de un indicio de la intromisión humana Era también evidencia de una peligrosa reacción química, toneladas de anhídrido carbónico provenientes de la combustión de madera y hojas que se elevaban a una atmósfera ya saturada de esos gases.
Científicos británicos advirtieron en una reciente conferencia sobre el cambio climático internacional, realizada en Argentina, del deterioro que está sufriendo la selva tropical, y que fue anticipado por modelos computarizados del calentamiento global.
"En el Amazonas la vegetación se muere porque no hay suficientes lluvias", explicó la climatóloga Vicky Pope, detallando uno de los estudios más complejos que se conozcan sobre las posibles consecuencias del calentamiento global, realizado por el Centro Hadley de Gran Bretaña.
Para las selvas de América del Sur, eso representaría una persistente descomposición de la vegetación y la liberación a la atmósfera de grandes cantidades de anhídrido carbónico, el "gas invernadero" al que se responsabiliza por gran parte del cambio climático.
Lo cierto es que el futuro de esta cuenca amazónica, que alberga la tercera parte de las especies de todo el mundo, es clave para el clima global.
"Existen miles de efectos serios diferentes. Es necesario realizar mucho más trabajo científico", explicó el físico brasileño Paulo Artaxo, que ha estudiado el Amazonas durante 20 años.
Él es uno de los mil 700 investigadores de 200 universidades y otras instituciones que se han sumado al Experimento de Gran Escala en la BiósferaAtmósfera del Amazonas, un proyecto brasileño y europeo sobre los aspectos que aún se desconocen del denominado "pulmón del mundo".
El proceso respiratorio es bien conocido: los árboles absorben el anhídrido carbónico a través de sus hojas, lo asimilan y luego emiten oxígeno al aire, manteniendo así el equilibrio atmosférico No obstante, la sociedad civilizada lo ha alterado quemando combustibles fósiles y produciendo un exceso de anhídrido carbónico que concentra al calor que de otra manera se liberaría hacia el espacio.
Los científicos creen que el incremento de poco más de medio grado centígrado de la temperatura global en el último siglo se debe fundamentalmente a esas emisiones, y vaticinan temperaturas aún más elevadas, al igual que cambios climáticos.
El 16 de febrero entra en vigencia el Protocolo de Kioto, un primer paso limitado para intentar controlar las emisiones, a pesar de que Estados Unidos el mayor emisor de anhídrido carbónico no lo firmó, argumentando que un recorte de las emisiones en su país afectaría su economía.
Aunque aún quedan muchos detalles por descubrir, "sabemos lo suficiente como para decidir políticas. Lo importante es frenar la deforestación", manifestó el ecologista estadounidense Philip M. Fearnside.
Imágenes satelitales mostraron que durante 2003 se registraron en promedio unos 600 incendios diarios en la región, de acuerdo con el gobierno brasileño. La tasa de destrucción casi se duplicó durante la década pasada a 14 mil 500 kilómetros cuadrados en los 12 meses comprendidos entre 2003 y 2004.
La selva está siendo destruida por ganaderos, por la tala ilegal, campesinos que arrasan la vegetación para sembrar, y cada vez más por empresas agrícolas que siembran soya.
El Universal, México, 13-2-05