¿Qué comemos? El mito del futuro alimentario según el G20
Edición génica, salud de los suelos y cambio climático, fueron los ejes que propusieron los denominados “líderes Científicos de la Agricultura” para el debate en la Cumbre del G20. Trabajadores y militantes se reunieron en una charla para responder los mitos de este discurso a favor de las corporaciones.
La Plata fue sede de una charla-debate organizada por Tinta Verde y COMUNA FPDSCN en el Movimiento de los Pueblos, en donde disertaron Carlos Vicente (Acción por la Biodiversidad, GRAIN), Sebastián Fajardo (delegado ATE INTA) y Elías Amador (Unión de Trabajadores de la Tierra, UTT). La charla comenzó con la proyección de un video, en el cual se ve a lxs denominadxs “líderes científicos de Agricultura” del G20 con directivos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Con palabras bonitas y términos tergiversados, lxs científicos y entidades gubernamentales de nuestro país se mostraron muy “preocupados” por el futuro de la agricultura.
Sebastián, delegado ATE INTA, nos trajo a otra realidad, muy distinta. La que él y sus compañerxs viven diariamente en un Instituto que les prohíbe usar la palabra agrotóxicos ¿Cómo mejoramos el futuro si no podemos hablar de lo que nos envenena? Y es que no somos ingenuxs, sabemos que el G20 viene a vender al mejor postor. “No se debate en ningún momento el agronegocio, ni se cuestiona el modelo de país”, dijo Sebastián quien además compartió algunas reflexiones del documento que como trabajadorxs presentaron denominado “No queremos un INTA al servicio de los agrotóxicos”.
Frente a estas palabras Carlos Vicente de Acción por la biodiversidad y GRAIN, fue claro: “Es clave desmitificar este discurso perverso”. Dentro de sus expresiones, lxs “líderes” dijeron que “la seguridad alimentaria es un eslabón importante para lograr estabilidad y paz”, frente a esto Carlos Vicente remarcó que “hablan de paz vaciando territorios y expulsando campesinxs”. En este contexto se recordó a Héctor Reyes Corbalán, el campesino que fue asesinado recientemente en Santiago del Estero por las quemaduras y heridas que recibió durante un desalojo.
En cuanto a la edición génica, Sebastián comentó que es un nuevo término que implica “la continuidad de los transgénicos”. Además, estableció que la construcción del discurso desde el G20 hace parecer que esta nueva técnica traería numerosos beneficios, “lo mismo que decían de los transgénicos”. Sebastián explicó que por especificidades tendrán distintos requisitos de reglamentación que los transgénicos. Situación similar sucede en Brasil agregó Carlos Vicente, que junto con Argentina piensan ser pioneros en lanzar semillas modificadas genéticamente por edición génica.
Otro de los ejes que tomará la Cumbre es el cuidado de los suelos. Carlos explicó que lejos de querer proteger los suelos, los están desertificando con la siembra directa, “los mismos informes oficiales hablan de que no podemos seguir tirando veneno a los suelos”.
Dentro de los conceptos “novedosos” que soslaya el discurso G20 está el de “agricultura climáticamente inteligente”, que tal como explicó Carlos Vicente lejos de presentar una alternativa saludable se utilizan técnicas de la agroecología para acomodarlas a su agronegocio. Sebastían de INTA, por su parte agregó que hablan de soberanía alimenticia y la agricultura familiar como si fuese compatible con el agronegocio, y lejos de ello “es una condena absoluta”, expresó.
El discurso del G20 continúa pero esta vez les preocupa “satisfacer las necesidades nutricionales de las poblaciones futuras requiere una manera sostenible de aumentar la productividad agrícola”, lo cual tal como explicó Carlos, es mentira ya que hoy en día el 40% de la comida se tira, con el cual podrían alimentarse 12 mil millones de personas.
Alimentarse está en nuestras manos
Frente a esta realidad que parece tener pocas salidas, surge la resistencia. Elías Amador de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) compartió la experiencia de su organización en la producción de alimentos sin agrotóxicos. Hoy cuentan con 150 hectáreas agroecológicas, que no solo producen alimentos sanos sino también mucho más rentables. “Se gastan hasta 40 mil pesos por mes para producir con agrotóxico, en cambio con agroecología gastamos 15 mil”.
En este camino de lucha Elias reconoce que todas estas políticas, muchas de las cuales van a ser tratadas en la Cumbre del G20 perjudican fuertemente a su sector: “El gobierno es un servidor de las multinacionales, no gobierna para el pueblo”, reflexiona agregando además que viven en una presión constante de empresarixs y grandes productorxs.
Esta presión tiene su fase más violenta en los continuos desalojos que históricamente se hacen por parte de empresarixs y con complicidad de los gobiernos. “Somos campesinos nuestra lucha es la tierra, porque necesitamos tener una vivienda propia y una vida más digna”, expresa Elias sobre esta lucha que vienen sosteniendo hace largo tiempo.
“Comer sano no es solo mi derecho, es el de ustedes también”, dijo Elias a los presentes. Y para ello, se organizan, venden bolsones de verdura agroecológica e intentan contagiar a sus compañerxs, que son lxs más afectadxs. “Es necesario primero descontaminar a los productores que son los más expuestos”.
Los agrotóxicos tienen 70 años, son bastante nuevos en este modelo. Entonces, lejos de agregar más “técnicas”como la edición génica y otras, desde organizaciones como la UTT proponen volver a ver la alimentación como salud. “Soberanía alimentaria es alimentarme de lo que yo trabajo”, dijo Elias animando a los presente a incorporar nuevos consumos, más responsables para el ambiente y para unx mismx.
Fuente: ANRed