Por el bien común

Idioma Español
País Brasil

La masiva mortandad de abejas en Rio Grande do Sul preocupa a la comunidad científica, a organizaciones de la sociedad civil, ambientalistas, pequeños productores rurales, entre ellos a apicultores que han visto cómo su producción colapsó este año.

El fenómeno se ha vinculado al uso excesivo del agrotóxico fipronil en los cultivos de soja en la región.

Frente a esta situación, un amplio grupo de organizaciones decidió reunirse para denunciar y alertar sobre este hecho, que afecta peligrosamente la biodiversidad.

La conformación de este conglomerado heterogéneo, que se denominó APISBio*, tiene como idea principal elevar una demanda judicial en defensa del ambiente.

Todo surge a raíz que el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos (MJDH) tiene como asesores a algunos abogados muy vinculados a las cuestiones ambientales y que se preocuparon por este fenómeno, que si bien es relativamente nuevo en Brasil, conoció precedentes a principios del año 2000 en países de Europa y en Estados Unidos.

“En la ciudad de Mata, cerca de Santa María, se dio una mortandad masiva de abejas y los apicultores hicieron algo que nadie antes hizo, denunciaron el hecho ante la policía con el apoyo del intendente local”, cuenta a La Rel Jair Krischke, presidente del MJDH.

El comisario encargado abrió un expediente para el caso y solicitó a la policía científica que determinara la causa de la muerte de las abejas.

“Se espera el resultado de este estudio técnico para mediados de febrero. Una vez que tengamos esto iniciaremos una demanda judicial en defensa del medio ambiente”, explica el activista y asesor de la Rel UITA.

“En el derecho todo vale -continuó- y nuestra tesis se basa en que el ambiente es un bien común y por tanto yo no tengo que ser productor apícola para defender a estos polinizadores”.

“De ellos depende gran parte de la producción de los alimentos que se consumen, por lo tanto también se trata de un tema de seguridad alimentaria si permitimos su extinción sin tomar ningún tipo de medida”.

Jair considera que antes es necesario concientizar a la población en general sobre la importancia de las abejas en tanto polinizadoras.

“Necesitamos mostrar casos que tuvieron lugar en otras partes del mundo, donde el fipronil es considerado el causante de la muerte de estos insectos”, apunta Krischke.

“Sabemos que las grandes empresas que producen, comercializan o defienden el uso de este y otros agrotóxicos nocivos son muy poderosas, tanto económica como políticamente y ya tienen un discurso planificado: ‘el agrotóxico no es malo, son los productores los ineptos que no saben aplicarlo’”, apunta.

Las organizaciones y los activistas que se sumen a esta iniciativa saben que una vez que inicien la demanda recibirán una lluvia de balas.

“Estamos conscientes de eso”, aclara Jair. Y enseguida evalúa: “pero habrá un antes y un después de la tragedia de Brumadinho, porque este lamentable hecho, que pudo ser evitado, puso el foco de la comunidad internacional en Brasil y eso puede jugarnos a favor”.

“La naturaleza nunca perdona”

Según el activista, uno de los caballitos de batalla de la campaña electoral del presidente Jair Bolsonaro fue despotricar contra el Instituto Brasilero de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) y las multas que éste impone.

Días antes del colapso de la represa de la minera Vale, Bolsonaro afirmaba en el Foro Económico Mundial de Davos que “Brasil es un país que respeta el medio ambiente”.

Una afirmación que, según Krischke, deja en evidencia la falta de preparación y también las mentiras que profesa Bolsonaro.

Por otra parte, el Ministerio Público de Trabajo solicitó el miércoles 29 la renuncia del ministro del Medio Ambiente Ricardo Salles luego que se descubriera que está condenado por un crimen ambiental en Sao Paulo.

“Mi querido amigo José Lutzemberguer decía: ‘dios perdona siempre, los hombres algunas veces perdonan, la naturaleza no perdona nunca’”, recuerda Jair.

En su última reunión, los integrantes de APISBio resaltaron que el debate en torno a la contaminación y la muerte de las abejas es, en realidad, sólo el punto de partida para un enfoque mucho más amplio y profundo de la temática de la contaminación y sus causas y consecuencias reales.

No solo las abejas mueren

“En la región de Bagé, en el municipio de Ulha Negra, se registró la muerte de olivares y viñedos. Se estima que también fueron víctimas del pesticida usado en los cultivos de soja”, destaca Krischke.

“Este hecho hizo que algunos productores, no sólo apícolas, se conviertan en nuestros aliados”.

Entre los productores de vino y de aceite de oliva de la región sur se encuentra un reconocido personaje de la TV Globo, el relator Galvão Bueno.

“Él es uno de los grandes perjudicados por el fipronil. Sus viñedos y sus olivares probablemente no se vayan a recuperar más. Que se trate de una figura reconocida nos juega a favor para dar a conocer el caso a otro nivel”, concluye el activista.

Fuente: Rel - UITA

Temas: Agrotóxicos, Biodiversidad

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