Paraguay: niños víctimas de desalojo rural
Los últimos serán los niños: desalojos de campesinos paraguayos provocan severos traumas en la población infantil. 223 niños vieron cómo las topadoras destruían sus casas y la policía quemaba sus pertenencias
El terror quedó impreso en 223 niños y niñas del asentamiento Tekojoja, de Vaquería (Caaguazú), que el 24 de junio pasado vieron cómo una topadora arrasaba sus ranchos y luego un centenar de policías quemaban todas sus pertenencias.
Según un reciente informe del Observatorio Rural de Paraguay, por las noches, bajo las carpas del costado del camino donde desde hace tres meses viven precariamente las 26 familias desalojadas, vuelven a escucharse los mismos gritos de desesperación que se oyeron cuando dos hombres cayeron al suelo, mortalmente heridos de bala. De la mente de estos pequeños todavía no se disipa la densa humareda del fuego que durante horas consumió sus huertas, sus ropas, sus útiles y sus juguetes. Desde ese trágico día estos niños y niñas quedaron sin nada, alojados en carpas, con traumas sicológicos severos y sin ningún tipo de asistencia.
"El 80 por ciento de los niños abandonaron la escuela y se encuentran en un estado donde todos sus derechos básicos son violentados. Quemaron sus casas, perdieron sus útiles y todas sus ropas. Los adolescentes manifiestan que son discriminados en la escuela por ser campesinos sin tierra", comentó la siquiatra especialista en adolescentes Nora Gómez, que hace dos semanas visitó la comunidad para realizar un diagnóstico sicosocial, a solicitud de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, informo la misma fuente.
El informe que presentó es escalofriante. El 100 por ciento de los niños sufre secuelas sicológicas. Trastornos de pánico, terrores nocturnos, insomnio y pesadillas, estrés postraumático y agorafobia (temor a los espacios abiertos) son los síntomas recurrentes, destacó el Observatorio Rural de Paraguay.
La profesional, que ejerce como titular de la Dirección de Salud Mental, presentó al Senado un proyecto de rehabilitación que plantea la presencia permanente de tres sicólogas, un asistente social y un médico siquiatra, durante seis meses, y contempla actividades lúdicas, de contención y terapia grupal, así como entrega de medicamentos. El presupuesto total asciende a 100 millones de guaraníes.
Hasta ahora no hay respuesta sobre la viabilidad de esta propuesta de asistencia. Para la siquiatra, la necesidad de una intervención es impostergable. "Hay tres adolescentes embarazadas con trastornos de pánico, los niños pequeños no pueden apartarse de sus padres por el miedo y los adolescentes están estigmatizados en las escuelas", comentó Gómez. Aclaró que a la asistencia sicológica debe sumarse ayuda relativa a la vivienda, cultivo y alimentos, que les permita reencauzar la vida cotidiana.
A la criminal violencia de este desalojo que desembocó en la muerte de los campesinos Ángel Cristaldo (22) y Leoncio Torres (49), se suma el agravante de que ni siquiera fue autorizado por un juez. Por este hecho, la fiscala que impulsó el procedimiento, Nelly Varela, fue procesada, pero los campesinos afectados no fueron resarcidos, reveló la misma fuente.
Se trata de 200 hectáreas de tierra, en la colonia Tekojoja del distrito de Vaquería, departamento de Caaguazú, que las familias ocupaban desde hacía tres años.
¿Qué traumas dejó el violento desalojo?
Según la documentación divulgada por el Observatorio Rural de Paraguay, el extracto del diagnóstico realizado por la Dirección de Salud Mental a 26 familias dice lo siguiente.
Familia A (5 hijos). Diagnóstico: Agorafobia con trastorno de pánico. Los niños no asisten a la clase porque, según los padres, el director de la escuela Virgen de Fátima no les permite y por temor a los policías (cascos azules).
Familia B (5 hijos). Diagnóstico: Terrores nocturnos. Los niños gritan en sueños, se despiertan asustados.
Familia C (3 hijos). Diagnóstico: Trastorno de estrés postraumático. Los niños fueron entregados a familiares.
Familia D (5 hijos). Diagnóstico: Epilepsia, trastorno no orgánico del ciclo sueño-vigilancia. Trastorno de estrés postraumático. Los niños no asisten a la escuela, no duermen a la noche, la más grande se orina en la cama y tiene ataques de convulsiones (a diagnosticar epilepsia).
Familia E (4 hijos). Diagnóstico: Agorafobia con trastorno de pánico. Los niños no asisten a la escuela por temor a los policías (cascos azules).
Familia F (6 hijos). Diagnóstico: Trastornos de ansiedad generalizada, terrores nocturnos, episodios depresivos. Los niños no asisten a escuela por temor a los cascos azules.
Familia G (3 hijos). Diagnóstico: Trastorno de estrés postraumático, trastorno de ansiedad fóbica. Los niños no asisten a la escuela por temor a los policías. De la escuela fueron alzados al camión con agresión.
Familia H (5 hijos). Diagnóstico: Insomnio, terrores nocturnos, agorafobia con trastorno de pánico. Los niños sufren llanto en cualquier momento, no asisten a la escuela por temor a los policías (cascos azules).
Por la Redacción de APM