La venta y muerte de las áreas protegidas en Honduras

Idioma Español
País Honduras

En los últimos días ha circulado en los medios de comunicación una serie de declaraciones de parte del Presidente de la República, donde condena a la muerte a varias áreas protegidas, poniendo en duda la validez de la estrategia nacional de conservación de la naturaleza, la cual para los políticos locales no es más que una mercancía de venta al mejor postor

La ampliación de 500 hectáreas que el mandatario ofreció a los empresarios nacionales para su Proyecto Bahía de Tela - conocido también como Los Micos beach & golf resort - será a costillas de las tierras incluidas dentro del Parque Nacional Punta Sal (PROLANSATE). Al parecer las áreas protegidas de honduras están a la venta, con el propósito que los empresarios hondureños puedan inflar sus cuentas con proyectos amenazantes para la naturaleza, y con posibles consecuencias devastadoras, tal como señala la respuesta efectuada por PROLANSATE al débil estudio de impacto ambiental elaborado para le Proyecto de Bahía de Tela.

Días después arremete de nuevo contra la naturaleza el mandatario, cuando a su retorno de Taiwan viene con un préstamo cuantioso para la construcción de la Represa del Patuca. Lo increíble en este caso es que como en Alicia en el país de las mil maravillas, se dicta primero la sentencia y después los cargos. Hasta la fecha no existe un estudio de impacto ambiental en cuanto a la construcción de la represa, pero parece ser que esto no es un impedimento para obtener los fondos de la construcción de una obra faraónica la cual tendrá un severo impacto sobre el río Patuca y sus habitantes, además de acabar de finiquitar a los humedales costeros que ya de por si sufren una muerte paulatina a través de un severa salinización.

La visión del país en cuanto al manejo de la biodiversidad esta plagada de actitudes erráticas dado que desde la década de los 80 se inició la creación de un sistema nacional de áreas protegidas. En muchos casos se exigió a los pobladores radicados dentro de las áreas a cumplir planes de manejo inconsultos y arbitrarios, con el propósito de crear desalojos silenciosos, violando el Convenio de Biodiversidad que en su artículo 8j, se refiere al papel que han jugados los pueblos indígenas y pobladores locales en la conservación de la naturaleza.

Al parecer en este siglo la visión cambia y las áreas protegidas quedan sumidas en el olvido al igual que el pomposo Corredor Biológico Mesoamericano, el que acaba de recibir un fuerte golpe, pues la construcción de la Represa del Patuca, desentona totalmente con la propuesta del Corazón del Corredor Biológico Mesoamericano.

Mientras tanto la deforestación continúa a un ritmo acelerado, mermando el caudal del Rio Patuca y las posibilidades de éxito de la Represa, cuyas fuentes se encuentran depredadas y sin la esperanza que a corto plazo se logre frenar la deforestación, ya que el vicio de la tala está tan enraizado como la corrupción que pulula en el país.

Existen respuestas al problema energético que son amigables con el medio ambiente como la energía eólica. La sedimentación de las represas y los ciclos de sequía ponen en entredicho los resultados esperados de los planificadores. La construcción de la planta de energía eólica del Cerro de Hula, que en principio iba a ser construida con financiamiento del Banco Mundial y ENRON, y luego fue avizorado como un prospecto para la compañía CLIPPER, parece ser que es una producción de energía demasiado limpia para el país.

Pero no cejan los obtusos que apuestan por el Tigre y el Patuca como la solución a la problemática energética nacional. Mientras tanto el país continua despilfarrando energía, como si el costo ecológico de la utilización de bunker, combustible utilizado por las plantas térmicas, no contribuyera al incremento del fenómeno del calentamiento global.

El silencio al cual se han sumado las organizaciones ambientalistas del país, ante las políticas estatales de abatir las áreas protegidas, es deplorable. Al parecer el proceso de onegenización del ambientalismo ha socavado los compromisos de la defensa del medio ambiente.

Nuestra organización entiende perfectamente las necesidades energéticas del país, pero al mismo tiempo contemplamos una serie de desatinos en las estrategias del manejo de las áreas protegidas, y una inconsecuente apuesta a la energía hidroeléctrica abandonando las posibilidades de la eólica.

La OFRANEH se solidariza con la lucha de nuestros hermanos Lencas para frenar la represa del Tigre, y con los hermanos Miskitos y Tawahkas por la delcaratoria de Ahuas II, donde ponen en claro su posicion sobre las represa y la graves consecuencias que representa para sus pueblos

Miriam Miranda

La Ceiba, 17 de octubre del 2006.

OFRANEH
Organización Fraternal Negra Hondureña
Telfax: 504- 443 2492
Apartado Postal 341
La Ceiba, Atlántida, Honduras.

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