La nutrición en México, entregada a transnacionales
La autora, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, señala que Nestlé y PepsiCo, empresas asociadas a la Cruzada contra el Hambre del gobierno federal, están entre las principales responsables de las epidemias de obesidad y diabetes en México.
La alianza entre el gobierno federal y las empresas transnacionales Nestlé y PepsiCo para desarrollar el programa gubernamental Cruzada contra el Hambre, perpetuará la mala nutrición en México y viola el derecho a la salud y la alimentación de los ciudadanos.
La Cruzada contra el Hambre, establecida en el Diario Oficial de la Federación el 22 de enero de 2013, señala como principales objetivos: lograr cero hambre a partir de alimentación y nutrición adecuadas y aumentar la producción de alimentos y el ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas. Sin embargo, sucede todo lo contrario.
Como acciones primarias se establecieron alianzas con empresas trasnacionales, lo cual pone en peligro a la población. La inclusión de las empresas PepsiCo y Nestlé en la Cruzada representa un profundo conflicto de interés que debe evitarse, ya que ambas empresas tienen responsabilidad en dos epidemias que enfrenta México: la diabetes y la obesidad.
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El Estado tiene la obligación de proteger el derecho a la salud y a la alimentación de sus ciudadanos, pero lo que hace es dejar en manos de Nestlé la educación en nutrición de las comunidades más pobres del país. Esta empresa utiliza a las mujeres para que promuevan sus productos y orienten al resto de la comunidad para que los consuman, lo que es también una estrategia publicitaria. El gobierno entrega además los servicios subsidiados de las 25 mil tiendas de Diconsa para distribuir esos productos, lo que también va en sentido totalmente opuesto a los objetivos de la Cruzada.
Llama la atención que las primeras acciones que se desarrollan dan prioridad a la industria privada a través la firma de convenios; estas industrias son grandes trasnacionales, como Nestlé y PepsiCo. Nestlé es una de empresas que más afecta a la lactancia materna y la alimentación infantil en diversos países,a través de la fuerte publicidad de sucedáneos para la leche materna y los alimentos para bebés y niños3. La empresa cuenta con toda una línea de productos “saludables” que en realidad contienen altos índices de azúcar. PepsiCo es una de las principales productoras de alimentos chatarra que también tiene su línea de productos “saludables” altos en azúcar, como la línea Quaker.
Firmar convenios con empresas que son en gran medida responsables de la mala nutrición en nuestro país, es algo inaceptable. La dieta de los mexicanos debe basarse en granos, leguminosas, frutas y verduras frescas, producidas por los campesinos mexicanos. El hacer alianzas con estas grandes industrias sólo perpetuará la mala nutrición en el país.
El gobierno mexicano no debe comportarse ingenuo ante las mentiras de la industria ni creer que ésta se autorregulará, cuando demuestra todo lo contrario: promueve en todo el mundo sucedáneos a la lecha materna y alimentos para bebés, en violación de los códigos en la materia; también lanza publicidad fuerte dirigida a los niños, lo que –está demostrado- tiene impacto en los índices de sobrepeso y obesidad porque se utilizan técnicas desleales e inductivas para incentivar el consumo infantil.
Los engaños de la industria de la comida chatarra
La propuesta de Nestlé es impartir más de 200 mil horas de educación en nutrición y capacitar a 15 mil mujeres para abrir su propia microempresa, a través del programa “Mi Dulce Negocio”. El sólo nombre lo dice todo. Es alarmante que el gobierno permita este tipo de intervenciones por parte del sector privado. La propuesta de la empresa sólo fomentará que las mujeres se terminen convirtiendo en “promotoras Nestlé”.
La transnacional maneja “consejos de nutrición” en los cuales mezcla mentiras con verdades y genera confusión en la población. Por ejemplo, el producto NIDO Kinder -que se promociona para niños de un año de edad4- señala en su leyenda: “¿Qué nutre a tu pequeño? Los requerimientos diarios de vitaminas que los niños necesitan son muy pequeños, pero como su organismo no las puede fabricar se deben consumir a través de los alimentos. Por este motivo, debemos procurar que la dieta de los pequeños contenga gran variedad de frutas, verduras, cereales, tubérculos, carne y leche NIDO Kinder 1+ con PREBIO 1”.
La leyenda es una mentira total. Una madre no “debe procurar” que la dieta de los niños contenga NIDO Kinder, al contrario, se debe eliminar de la dieta del bebé. Los niños de un año de edad todavía son considerados lactantes y, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), no se debe proporcionar azúcar añadida a un bebé menor de dos años. Una sola porción de leche NIDO Kinder contiene 2 y media cucharadas cafeteras de azúcar.
Los productos ultra-procesados no son recomendables, ya que son altos en azúcar, grasa o sal, y bajos en fibra. Dado que a dichos productos se les extraen las principales propiedades nutricias, posteriormente se les deben reconstituir las vitaminas y minerales, por eso vienen “adicionados”. Por otro lado, los alimentos altos en azúcar, grasa o sal tienen un alto poder adictivo, lo que genera un consumo desmesurado. Si añadimos el profundo ambiente obesigénico que se vive en México -donde la población está continuamente expuesta a productos chatarra o ultraprocesados-, la población sufrirá todas las consecuencias del sobrepeso, obesidad y diabetes, en especial los niños.
La población en general está expuesta a productos que inducen obesidad y diabetes; no se regula a la industria para contrarrestar el problema y tampoco hay presupuesto para hacer campañas masivas para dar una real orientación al respecto. Al contrario, se culpa a las personas haciéndoles creer que el individuo es el responsable, cuando en realidad son las tácticas de la industria (como en esta nueva alianza).
Promover el consumo de productos industrializados de grandes transnacionales no empata en absoluto con el objetivo primordial de esta cruzada, “cero hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuada y apoyo a pequeños productores”. Para muestra, basta ver algunos ejemplos de productos promocionados como saludables y que en realidad no lo son.
¿Es saludable lo “saludable”?
Una gran cantidad de productos, como las galletas Quaker, no son recomendados para el consumo habitual. Aunque en algunas ocasiones se utilizan granos enteros para su fabricación, los niveles de azúcar son altos. Tan sólo una barra de Quaker “de avena” contiene cuatro cucharadas de azúcar, y se promociona como una opción saludable. Por otro lado, está la bebida para niños “Agüita Pureza Vital” de Nestlé, que contiene un colorante (caramelo IV) establecido como cancerígeno en California; también contiene altos contenidos de azúcar (tres cucharadas cafeteras), más del máximo recomendado para el día completo de un niño, de acuerdo a la Asociación Americana del Corazón.
Otro ejemplo es un licuado Nestlé de frutas y salvado, que contiene cero gramos de fibra -lo cual indica que las cantidades verdaderas de fruta y cereal son escasas-; además, el total de azúcar es de 13 cucharadas cafeteras de azúcaren tan sólo una botella de 500 mililitros. Son cantidades exageradamente elevadas. Esto es alarmante ya que, aunque el producto se promocione como saludable, no es garantía de que realmente lo sea y la población no está enterada. La hidratación para la población debe ser a través de agua potable y gratuita, no agua embotellada.
La situación alimenticia de México es realmente preocupante, por lo cual las medidas deben de ser contundentes. Más que firmar convenios con grandes transnacionales que son promotoras de una malnutrición generalizada, es importante que se apoye realmente a los pequeños productores. Es de carácter urgente que se trabaje en la raíz de este grave problema.
Fuente: Desinformémonos