La cuenca lechera del Uruguay en jaque: 5.02 b es la clave

Idioma Español
País Uruguay

"El gobierno va a incluir los suelos 5.02b de esos departamentos en la lista de suelos de prioridad forestal, para que Montes del Plata pueda acceder así a una importante área a ser forestada en un radio de 200 kilómetros de distancia de la fábrica de celulosa."

En pocas semanas ya se empezarán a conocer los datos del censo nacional que se está llevando a cabo a nivel nacional. Va a resultar interesante registrar el número de productores rurales dedicados a la lechería que actualmente existen en los departamentos de San José y Colonia. Es probable que el próximo censo no los vuelva a registrar…

 

Como es de conocimiento público, el Gobierno nacional otorgó –a través de un contrato secreto (1)– una serie de beneficios únicos y extraordinarios a la empresa Montes del Plata –consorcio formado por la empresa chilena Arauco y la empresa sueco finlandesa Stora Enso- que explota 250.000 hectáreas destinadas a la producción forestal, y actualmente se encuentra iniciando la construcción en Punta Pereira, Departamento de Colonia, de la que pasará a ser la fábrica de celulosa más grande del país.

 

Entre la serie de beneficios que el gobierno negoció secretamente se hacía referencia al hecho de que el Gobierno y Montes del Plata acordaron hacer los “mejores esfuerzos para lograr una superficie forestable de 100.000 hectáreas con posibilidad de ser plantadas dentro del radio de 200 kilómetros de la futura fábrica”.

 

En el contrato se señala que “la Dirección de Recursos Naturales Renovables (RENARE) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) inició un estudio que permitirá el enriquecimiento de la cartografía de suelos y una subdivisión de los categorizados como 5.02b”.

 

En otras palabras, el gobierno va a incluir los suelos 5.02b (índice coneat promedio 88) de esos departamentos en la lista de suelos de prioridad forestal, para que Montes del Plata pueda acceder así a una importante área a ser forestada en un radio de 200 kilómetros de distancia de la fábrica de celulosa, de forma tal que la ecuación económica de la empresa rinda mejor económicamente.

 

Mapas recientes elaborados a pedido del Grupo Guayubira nos permiten conocer las implicancias para el futuro de dos departamentos de esta decisión (2). Si miramos el Departamento de San José, esta modificación significa que el departamento pasará a tener –potencialmente- un total del 22% de su superficie con suelos pasibles de ser plantados con monocultivos de árboles. En números, hablamos de 109.163 hectáreas de tierra.

 

En el caso de Colonia, se trata de un 27% del territorio, lo que equivale a 164.251 hectáreas pasibles de ser forestadas.

 

La llegada de las plantaciones de árboles a ambos departamentos para la producción de celulosa -una producción muy extensiva en el uso del suelo con relación a la existente- pone en serios riesgos la supervivencia de las explotaciones familiares y de una extraordinaria sociedad local, que han caracterizado históricamente a una de las regiones más productivas y exitosas del paisaje rural del país.

 

La competencia por la tierra, sin duda alguna elevará los precios y las rentas de la tierra, agravando aún más un problema tradicional de la cuenca lechera y de la región intensiva del suroeste del país, incrementando los costos de producción. Al mismo tiempo, todos los impactos y externalidades de las plantaciones agregarán múltiples conflictos que llevarán a una transformación profunda de la región y la sociedad local.

 

Sus rubros estrellas, la quesería en Colonia y la producción de leche fluida en San José, pagarán esta factura, y sin duda su contracción se reflejará en la industria láctea, en las exportaciones, en los proveedores de insumos y servicios, y en la demanda de empleo.

 

En un evento reciente llevado a cabo en la ciudad de Libertad y organizado por el periódico LA SEMANA, un representante nacional del departamento mencionó que la empresa ya ha comenzado a comprar campos en el departamento de San José, y que la Junta Departamental se ha hecho eco de la inquietud de los productores, y ha comenzado a discutir el tema.

 

Esperamos que en aras de mejorar el rendimiento económico de una corporación muy poderosa, como lo es el consorcio Montes del Plata, no se incurra en esta nueva y grave afectación del ordenamiento territorial de una región emblemática; y que el Gobierno, el sistema político y los sectores productivos, discutan y revisen esta medida para lograr un genuino desarrollo rural del país.

 

Notas

 

1 - El contrato secreto de inversión entre el Gobierno y Montes del Plata, está disponible aquí.

 

2- Acceder a los mapas y a la presentación realizada por Guayubira en el evento organizado por LA SEMANA aquí.

 

Fuente: Grupo Guayubira

Temas: Monocultivos forestales y agroalimentarios

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