‘La gente vende sus vacas sea para migrar, pagar deudas que deja la migración o simplemente para sobrevivir’

Ambato

La migración está reduciendo las cabezas de ganado bovino en la Sierra central. Los campos de poblaciones de Tungurahua registran menos ganado que antes.

Para financiar los viajes, muchos campesinos han vendido parte de su ganado. Y otros poco a poco lo han ido comercializando para cancelar las deudas que se generan a partir de esos viajes informales.

El desencanto por los bajos réditos que dejan las actividades ligadas al campo están obligando a que en los últimos años muchos hombres, especialmente jóvenes, migren a Estados Unidos usando tramos de la selva del Darién o saliendo por El Salvador.

Según información del 24 de junio de la organización 1800migrante.com, se ha visto un aumento sin precedentes en el número de ecuatorianos en condición irregular en el país mexicano.

“Según cifras publicadas por el Instituto Nacional de Migración (INM) de México, en lo que va del presente año, 136.699 ecuatorianos han sido detenidos en ese país porque no pueden ser repatriados al Ecuador o no pueden cruzar hacia Estados Unidos por las nuevas políticas implementadas por el presidente Joe Biden”, aseguró William Murillo, vocero y presidente ejecutivo de 1800migrante.com.

Dirigentes agrícolas de Tungurahua señalan que la gente, para obtener dinero para migrar, está vendiendo sus animales, como las vacas.

Durante la campaña de vacunación contra la fiebre aftosa, que fue hasta el 16 de junio, para la cual Agrocalidad asignó al Centro Agrícola de Ambato como operador en la provincia de Tungurahua, se constató que en algunos sectores no hay ganado y los terrenos están abandonados.

“La migración se sigue registrando a pasos agigantados. En la parte alta de la Sierra ya no hay tenencia de animales, ya no se está haciendo agricultura. Con el tiempo va a traer consecuencias, como la elevación de los precios de los alimentos e insumos”, comentó Byron Larrea, presidente del Centro Agrícola Cantonal de Ambato.

Larrea recordó que hace dos años en el país había alrededor de 6 millones de cabezas, pero hoy se estima que hay aproximadamente 4 millones. Parte de esa reducción está en zonas de la Sierra. “Eso quiere decir que la gente vendió parte de su patrimonio, que es el animalito, sea para migrar, para pagar las deudas que deja la migración o simplemente para sobrevivir”, explicó el presidente del Centro Agrícola.

El dirigente estima que bajó la producción de leche en alrededor del 30 % porque en la Sierra centro la principal actividad es el ganado lechero, y aumentó el ingreso de animales en las ferias de comercialización porque esas cabezas van al faenamiento.

En poblaciones con tradición ganadera señalan que la falta de fuentes de trabajo y la desazón debida a que el campo no es rentable motivan a dejar las localidades rurales. Por ello, muchos miran la posibilidad de viajar a Estados Unidos u otras ciudades del país.

Silvia Moposita, dirigente de la asociación Fe por la Leche Yatchil del cantón Píllaro, lamentó que alrededor de 300 personas han migrado del sector, pero no todas pudieron llegar a cumplir el sueño americano.

“De aquí se van porque los coyoteros les dicen que van a poder pasar, pero la realidad es otra: regresan y tienen que pagar las deudas que hicieron para el viaje. Entonces, no les queda más que vender el ganado o algún terreno, pero también para irse van vendiendo sus animales”, indicó.

Comentó que incluso en la actualidad es notorio que son las mujeres las que en mayor cantidad se dedican al trabajo en la ganadería. Reconoció que hay disminución en la producción de leche, pero que aún hay suficiente en Píllaro.

Erick Cajahuishca, transportista de leche en Píllaro, indicó que en el recorrido diario que realiza por diferentes sectores del cantón se evidencia que muchos hombres migraron fuera del país y que también hay disminución del número de ganado, a lo que atribuye que el precio desde hace cerca de cuatro meses subió a $ 0,40 el litro.

“Pero también hay gente que no pudo llegar y regresa; se dedica a la ganadería, porque es lo único que sabe hacer. Entonces, así como se van, también vuelven; por eso, así como venden el ganado, otros compran y, por eso, no baja mucho la producción de la leche”, comentó.

Silvia Moposita comentó que, para evitar que más gente continúe migrando, están buscando más la organización con el fin de procesar en yogur, queso y queso madurado para aprovechar la producción de leche que hay en la zona. (I)

Fuente: El Universo