Honduras: el proyecto turístico de Laguna de Micos y la supuesta protección ambiental

Idioma Español
País Honduras

La Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH, ante la evaluación del impacto ambiental de Laguna de Micos & Golf Resort, dada a conocer por la Unidad Municipal Ambiental de Tela, señalamos la distorsión que existe en cuanto a la sostenibilidad del complejo turístico que se pretende construir en la Bahía de Tela

Parece ser que la elite dominante de Honduras, los cuales son los socios nacionales que piensan invertir en el proyecto turístico, desconocen los lineamientos enmarcados por el concepto de turismo sostenible y las repercusiones en el medio ambiente de un proyecto de turismo de enclave, más aún si se encuentra dentro de una área protegida e incluye un campo de golf de 18 hoyos.

Entendemos el ahínco de los inversionistas en dotar a Honduras de un megaproyecto con los "atractivos" necesarios para atraer el turismo de masas, a un país que hasta la fecha no ha logrado establecer un flujo constante de visitantes, y que más bien la actual administración se dio el cese de vuelos de Iberia, en perjuicio del flujo del turismo europeo

El concepto sol y playa mas campo de golf, puede ser que logre acaparar clientes, para ya un saturado mercado, al mismo tiempo la crisis petrolera ha incrementado los costos de movilización a niveles desconocidos para los turistas. Mientras Francia añade un impuesto adicional a los boletos aéreos extracomunitarios, los Estados Unidos sienten en su economía los embates de las consecuencias de las guerras en Asia y la destrucción del Katrina.

La farsa de la evaluación del impacto ambiental llega a su cúspide con el maquillaje dotado al campo de golf. Es de conocimiento público el desgaste ambiental causado por los campos de golf, además de las crisis hídricas causadas por el excesivo consumo de agua de parte de dichos campos, hecho que afectará a las comunidades vecinas al proyecto.

La experiencia de los estudios efectuados en Tailandia, señalan como un campo de golf de unas cien hectáreas, utiliza un promedio 1500 kgs de fertilizantes, pesticidas y herbicidas al año, al mismo tiempo succiona el agua requerida por unos 60.000 habitantes rurales.

Ante el fenómeno del Niño veremos a las comunidades aledañas al proyecto padeciendo de la carencia del líquido vital, mientras el campo de golf verdecerá a costillas de la población garífuna y de la ciudad de Tela. Este ha sido el parámetro que se ha dado a nivel mundial con la instauración de campos de golf asociados a turismo de enclave.

La eutrofización de las lagunas de Mico y Quemada se acentuará a medida que los fertilizantes se requieran, complicando la situación actual de la Laguna Quemada, la cual recibe las descargas de San Alejo y los residuos de la planta procesadora de palma africana localizada en esa zona.

Eventualmente para poder alejar la plaga de zancudos, jejenes y tábanos de las inmediaciones de las lagunas, los encargados del centro turísticos se verán obligados a utilizar enormes cantidades de insecticidas, los cuales afectarán a las aves y ofidios y sus hábitats.

La construcción de la marina es otro de esas incógnitas remanentes. Las experiencias que existen por doquier, es de la destrucción ambiental causada por la extracción de materiales, destrucción de manglares y hábitats, que conlleva la construcción de las marinas, violentando todas las normativas de un manejo costero sostenible.

Para nuestro pueblo Garífuna es un misterio como el SINAP, El Corredor Biológico Mesoamericano y las autoridades del parque Janett Kawas, se hayan sumido al silencio, ante la fatídica destrucción que se pretende establecer. Pero la duda más grande - ya que más de la mitad de a las comunidades garífunas se encuentran dentro de áreas protegidas o sus zonas de amortiguamiento - es qué si verdaderamente existe un afán de protección ambiental o se reduce a una formula de control territorial para luego rifarse las áreas protegidas entre los mismos brujos de siempre.

¿Dónde queda la UICN y sus políticas ambientales? o es qué una de las pautas después de la última reunión de la UICN sobre parque nacionales en Sudáfrica es entregarlos a la incitativa privada con el propósito altruistas de conservación de la naturaleza y así las áreas protegidas se conviertan en un verdadero negocio, tal como lo señala el evangelio neoliberal.

El Convenio de Diversidad Biológica en su COP5/20 - relacionada con el artículo 8j- señala las amenazas que las actividades turísticas plantean a la diversidad biológica. A partir de las conferencias de las partes el CDB, se ha creado una guía de turismo sostenible, la cual parece ser desconocida por los planificadores del proyecto de Laguna de Micos, los que tienen una visión obsoleta o retorcida sobre en la definición del turismo sostenible.

Es importante señalar el estado actual de inseguridad en Honduras. A no ser que los expertos en publicidad puedan convertir en rubro vendible ese ominoso primer puesto en asesinato de menores ostentado por el país; o el macabro incremento del feminicidio que se viene dando, donde ya estamos a punto de superar a Ciudad Juárez.

Pero claro en un país de los estadistas sordos, no son los intereses de las minorías las cuales deben ser objeto de respeto. Son las inversiones foráneas y de los capitalistas nacionales las que mandan, pues el futuro desarrollo de Honduras depende del capital extranjero y de las supuestas dádivas de los organismos internacionales, las que de forma permanente engordan la deuda eterna del páís.

Los "genios" que manejan Honduras, están finalmente dándole forma al despojo causado a la comunidad de Tornabé gestado desde la década de los años 90, y efectuado con la complicidad de algunos líderes "afrodescendientes", creando una ensalada donde logran reedifinir el turismo de enclave en una área protegida en ecoturismo. Honduras como destino "maduro", es la consigna de los millonarios enriquecidos a base del saqueo de los bienes nacionales y de inculcar la ignorancia en un país el cual cada día se encuentra más sumido en la miseria y rapiña.

Mientras tanto nos queda claro a través de esta experiencia, como la conservación de la naturaleza que se viene preconizando, es una máscara para propiciar el turismo de enclave, mientras la destrucción ambiental prosigue a un ritmo desconsolador, suscitando la duda sobre las buenas intenciones de los supuestos ambientalistas que diseñaron el "famoso" Corredor Biológico Mesoamericano.

Dado en La Ceiba el 11 de octubre de 2005.

Luís Fernández
Coordinador de Tierra y Territorios

moc.abiecal@henarfo
Organización Fraternal Negra Hondureña
Telfax: 504- 443 2492
Apartado Postal 341
La Ceiba, Atlántida, Honduras.

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