Honduras: el Fracaso de la COP15 y las consecuencias para el pueblo garífuna
El pasado mes de diciembre se celebró en Copenhague la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático conocida como COP15, en la cual durante once jornadas se trató de crear un nuevo acuerdo internacional para darle continuidad al Protocolo de Kyoto, el que se concibió en el año de 1997, con el propósito de ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases de efecto invernadero.
La COP15 terminó como un tremendo fracaso donde no se logró un consenso en cuanto a establecer metas concretas y mucho menos elaborar un convenio vinculante, siendo la actitud asumida por los países más contaminantes, China y los Estados Unidos, una certera demolición de los acuerdos que se venía elaborando en el transcurso de varios años.
En las últimas horas del evento se llegó a un supuesto acuerdo en el cual se reconoce la opinión de buena parte del mundo científico en cuanto a la necesidad de mantener el incremento de la temperatura promedio del planeta por debajo de los dos grados centígrados, sin embargo el documento en cuestión no indica claramente que la meta de los grados se cumplirá.
En cuanto al fondo de financiamiento se estableció 10 mil millones de dólares anuales entre el 2010 y 2012 para asistir a los países menos "desarrollados" en sus estrategias de mitigación y adaptación, sin embrago no se señala quien será el encargado de administrar y de que forma dichos fondos.
La Conferencia suscitó un enorme repudio por parte de los países africanos, los que son afectados severamente por las consecuencias del cambio climático - en especial el cordón subsahariano - y la posición asumida por los países integrantes del ALBA, los que señalaron de forma consistente como el capitalismo y su visión destructora es la raíz del problema.
En el caso particular de Honduras, fue el único país que no estuvo representado en la conferencia como consecuencia del desastre político inducido acontecido el año pasado. Ya de por sí Honduras en los últimos años había demostrado una enorme apatía con respecto a la problemática del cambio climático, a pesar de la gravedad de las consecuencias que ha padecido el país en la última década. El Centro Tyndall de Investigaciones sobre Cambio Climático ha señalado al país como el segundo lugar en el planeta más proclive a sufrir las consecuencias del calentamiento global.
La desatención estatal que padece Honduras en materia de manejo de prevención de desastres ha sido histórica. Hasta ahora solo ha presentado un reporte nacional en el año 2003 en el Marco Estratégico para la Reducción de Vulnerabilidad y Desastres (Marco de Hyogo) y hasta la fecha carece de una plataforma nacional. Es evidente que existe una carencia total en cuanto a la cultura de prevención de desastres y
como es conocido todos los desastres se convierten en un pingue negocio para elite dominante.
La costa garífuna fue afectada en forma severa por el huracán Mitch en el año de 1998, y a lo largo de casi toda la década pasada, cada año ha padecido de graves inundaciones como resultado del incremento de la intensidad y el número de las tormentas.
Para nuestro pueblo la inundación causada por la tormenta Gamma en el año 2005, señaló el grado de desatención estatal hacia el pueblo Garífuna, cuando nos negaron la colaboración logística para el transporte de alimentos para las comunidades de Batalla y Tocamacho, las que
fueron casi destruidas por la tormenta.
Las comunidades garífunas se encuentran localizada en su gran mayoría en los deltas de ríos y humedales, siendo estos lugares de una enorme vulnerabilidad ante la sedimentación que se ha dado en la costa norte como consecuencia de la deforestación sistemática del país.
Como fue señalado por los países africanos y los integrantes del ALBA en la conferencia que se dio en Copenhague, los mayores contaminadores no asumen su responsabilidad y la visión del capitalismo fundamentalista persiste en proseguir con la rapiña de recursos y la destrucción total del planeta.
La posición asumida por las delegaciones de Cuba, Venezuela y Bolivia, resaltaron con la división que causó Estados Unidos entre los países asistentes a la Cop15. Fidel Castro en una de sus recientes reflexiones es explícito al respecto: "No nos dejemos engañar. Lo que Estados Unidos ha pretendido con sus maniobras en Copenhague es dividir al Tercer Mundo, separar a más de 150 países subdesarrollados de China, India, Brasil, Sudáfrica y otros con los cuales debemos luchar unidos para defender" (1)
Es interesante reflexionar sobre la actitud asumida por la administración Obama-Clinton, la cual llegó a la cumbre sin asumir una cuota para el freno de las emisiones de gases de invernadero. La agenda de los Estados Unidos continua dominada por los elementos más reaccionarios de ese país.
George Monbiot, columnista del periódico inglés The Guardian, en uno de sus análisis sobre lo acontecido durante la COP15 (2), señala como culpable de la actitud asumida por los Estados Unidos a sus senadores, los que se refrenaron de pasar la nueva ley de Energía Limpia (Clean Energy Act). Curioso es que la mayoría de los senadores opuestos a la ley de Energía Limpia son los mismos que apoyaron el golpe de estado perpetrado en Honduras. En otras palabras un pequeño grupo de presión con una enorme capacidad financiera tienen secuestrado al planeta, contando por supuesto con el apoyo de los magnates de los medios, en especial con el de Rupert Murdoch y su cadena de nefastos paquines.
El próximo capítulo a la conferencia que se efectuó el mes pasado será este año en México, donde se tratará de remediar el descalabro de Copenhague. Mientras tanto los pueblos indígenas y negros que nos encontramos a punto de sucumbir en el frente de la batalla del cambio climático, esperamos que el estado-nación asuma su responsabilidad, y se comience aunque tardíamente la elaboración consensuada de la estrategia de mitigación y adaptación al cambio climático.
La Ceiba, 19 de Enero del 2010
Notas:
OFRANEH - Organización Fraternal Negra de Honduras
Fuente: ADITAL