Glifosato y cáncer están relacionados
Cuando el dictamen de un Comité científico no aplica el Principio de Precaución para demostrar que un producto es inocuo, existiendo datos de organismos mundiales e independientes de que puede haber riesgo grave para la salud pública, podemos considerarlo de muy poco rigor o inclinado a la defensa del interés comercial lucrativo de quien lo fabrica. Hablamos del glifosato.
El Comité de Evaluación de Riesgos (RAC) de La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) ha hecho público el 15 de marzo 2017 un dictamen para la Comisión Europea que valorará la prohibición, o no, de este pesticida que se debatirá con toda probabilidad el mes de junio próximo. Afirma, “el Comité llegó a la conclusión de que las pruebas científicas disponibles en la actualidad justifican las siguientes clasificaciones para el glifosato según el Reglamento CLP:
- Daño ocular 1; H318 (Provoca lesiones oculares graves)
- Acuático crónico 2; H411 (Tóxico para los organismos acuáticos, con efectos nocivos duraderos)
El RAC llegó a la conclusión de que las pruebas científicas disponibles no cumplían los criterios establecidos en el Reglamento CLP para clasificar el glifosato para la toxicidad específica de órganos diana, o como carcinógeno, como mutágeno o para toxicidad reproductiva.” ¿Dónde están publicados los informes científicos que avalan dicha conclusión? ¿Han sido ampliamente explicados a la ciudadanía como exige la resolución del Consejo Europeo (Niza, año 2000) sobre el Principio de Precaución?
La conclusión de la Agencia Europea de Sustancias choca frontalmente con los resultados de La Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ha encontrado suficientes evidencias científicas para considerar al herbicida más ampliamente empleado (glifosato) como “probablemente carcinógeno humano”.
El IARC reconoce la toxicidad cancerígena del glifosato:“el glifosato es un herbicida de amplio espectro y el que se produce en mayor cantidad a nivel mundial. Es la sustancia activa que se emplea en más de 750 formulaciones comerciales diferentes para usos agrícolas, forestales, urbanos y aplicaciones domésticas. Su uso ha aumentado fuertemente con el desarrollo de los cultivos transgénicos resistentes a glifosato”
Fuente: La Garbancita Ecológica