Europa restringe la importación de maíz de Estados Unidos
La Comisión Ejecutiva de la Unión Europea deberá detener en forma inmediata la importación de maíz de Estados Unidos, afirmó hoy Amigos de la Tierra
El 12 de abril, los estados europeos miembros acordaron por unanimidad la propuesta de exigir que todos los embarques desde Estados Unidos tengan la certificación de no contener un maíz ilegal genéticamente modificado –una prohibición de hecho a las importaciones de maíz desde Estados Unidos– para la alimentación de animales. Es probable que la Comisión tome esta decisión en los próximos días.
La empresa de agroquímicos Syngenta admitió hace tres semanas haber vendido a agricultores semillas genéticamente modificadas sin licencia durante cuatro años. Desde entonces Syngenta ha rechazado hacer pública la información que necesitan los gobiernos para comprobar si los alimentos importados contienen maíz genéticamente modificado.
Mientras que Amigos de la Tierra apoya la propuesta de la Unión Europea (UE), exhorta a la Comisión Europea que de un paso más para:
* Detener inmediatamente todas las importaciones de maíz provenientes de Estados Unidos, a menos que certifiquen que no contienen el maíz transgénico ilegal;
* Insistir en que Syngenta establezca un fondo de compensación para pagar los análisis de los productos que contengan maíz a nivel mundial;
* Revisar el sistema de monitoreo de la Unión Europea en forma urgente para garantizar la protección pública de los productos transgénicos no aprobados.
El incidente se hizo público en primer lugar a través de un artículo publicado en la revista Nature el 22 de marzo pasado.
Entre 2001 y 2004, Syngenta vendió varios cientos de toneladas de semillas de maíz genéticamente modificado, denominado Bt10, a agricultores estadounidenses, confundiéndolo con el maíz transgénico Bt11. A diferencia del Bt11, el Bt10 no ha sido aprobado para el consumo humano en ninguna parte del mundo. Se estimó que cerca de 1.000 toneladas del maíz Genéticamente Modificado (GM) ilegal ingresaron a la cadena alimenticia europea, y se plantaron en lugares de prueba en España y Francia.
Syngenta sostuvo que el maíz Bt10 tiene un “aspecto idéntico” al Bt11, un punto de vista inicialmente defendido por los gobiernos y por la Comisión Europea. Amigos de la Tierra discrepó, señalando que el maíz GM no aprobado también contiene un polémico gen resistente a un importante grupo de antibióticos. Syngenta finalmente admitió que esto era cierto. El Bt10 contiene un gen resistente a los antibióticos de la familia de la ampicilina. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria sostuvo que este gen no debería aprobarse para el cultivo, y que su uso debería restringirse a experimentos de campo.
Adrian Bebb, encargado de la campaña de OGM en Amigos de la Tierra, dijo que los países de la Unión Europea le dieron luz verde a la Comisión Europea para que introdujera estrictas restricciones a las importaciones de Estados Unidos. La Comisión debe actuar rápidamente para proteger al público de los cultivos genéticamente modificados, que carecen de licencia y que no han sido analizados.
Bebb agregó que es vergonzoso que Syngenta no proporcionara información básica necesaria para analizar la contaminación. La Comisión debe insistir en que se termine este secreto y que Syngenta establezca un fondo para pagar los análisis, "el que contamina, y no la gente, es quien debe pagar".
Bebb continuó diciendo que la incapacidad de la industria de la biotecnología de controlar sus propios productos es una burla a los sistemas de monitoreo de la Unión Europea. La Comisión Europea debe ordenar una revisión inmediata que asegure al público que no volverá a exponerse a alimentos genéticamente modificados que no han sido aprobados para el consumo.
Publicado por Radio Mundo Real.