Entre Tinogasta y Roma

Por OCRN
Idioma Español
País Argentina

Cuando el mes de agosto tocaba a su fin, apenas unos minutos antes de las 19:00 del día 31, integrantes de la Asamblea Darío Moreno detienen en el ingreso al Paso Internacional San Francisco un camión sueco Volvo FH12, que se creía procedente de un campamento minero, mientras trasladaba una casilla rodante desde Fiambalá hacia la provincia de Córdoba.

El último encuentro de un transporte con el tapón de Tinogasta —formado junto a la RN-60 el 29 de enero de 2012 y recomenzado el 23 de febrero de este año (see Renacimiento en la puerta de Tinogasta)— se había producido recién entrada la madrugada del 14 de mayo, cuando una topadora de gran porte, que avanzaba remolcada camino de Fiambalá, logró atravesar la posición protegida por la Policía de Catamarca (see El M-15F reemprende la lucha). Antes de que los habitantes de la zona cortaran el paso a través del corredor bioceánico, unos ochocientos vehículos al año cubrían con destino a la mina de cobre de Bajo de la Alumbrera los 250 km que separan el límite con Chile de Tinogasta.

 

[Entrevista con Clarisa Brizuela (40), miembro de la Asamblea Darío Moreno].1

 

OP.—Durante la segunda mitad de junio, el 18, al participar en Belén —a 100 km al sudoeste de Bajo de la Alumbrera— del acto inaugural de la sección La Puntilla-Cuesta de Belén de la RP-46, de unos 31.9 km de extensión, la gobernadora de la provincia, Lucía B. Corpacci, había dicho: “A partir de acá, hacia Tinogasta, Fiambalá y el Paso Internacional de San Francisco, hacia el Pacífico y los países del este, donde están las mejores perspectivas comerciales del mundo”.

 

BRIZUELA.—El camión pertenecía a una minera, pero llevaba una casilla de una empresa vial; por eso lo dejamos pasar: no llevaba insumos mineros. El Paso de San Francisco está hace veinte años y siempre fue el “paso estratégico...”; es el caballito de batalla de ellos. En realidad, el paso es una falla geológica que está abierta prácticamente todo el año. Gracias a la “pachita” que nos ha dado una mano, este año estuvo cerrado. Del lado argentino está un poco deteriorado por el paso de estos tremendos camiones, pero del chileno, no es otra cosa más que una huella. Únicamente se usa como corredor minero y nada más. El 10 de febrero [de 2012] fue la última vez que pasaron alrededor de veinte camiones, después de que hubieron mandado a reprimir a los grupos especiales de la Policía. El paso está cortado solamente para los camiones que llevan insumos mineros. Tenemos que decir siempre lo mismo porque el Gobierno se dedica a difamarnos diciendo que el paso está todo cortado. Llegamos a este extremo porque no hay otra forma de reclamar: hay pedidos de audiencia con la gobernadora y no quieren hablar con nosotros. No nos queda otra que tomar esta medida drástica, porque en Catamarca no hay otra forma de reclamar.

 

OP.—Basado en estudios encomendados a un equipo de trabajo contratado ad hoc, respecto a las características que poseen los minerales disponibles en la provincia, el segundo al mando de la Secretaría de Estado de Minería (SEM), Daniel E. Issi, le aseguró a El Ancasti —según publicó el diario en su edición del 10 de agosto— que “Tinogasta está bendecido porque tiene un potencial minero increíble”. Issi alberga grandes expectativas en el futuro; de hecho, el cuadro que pinta es el siguiente: cuando se conozcan con precisión los recursos con los que cuenta el departamento “los mismos tinogasteños se van a sorprender”.

 

BRIZUELA.—Es verdad, Tinogasta está rodeada de cerros y todos están llenos de minerales: uranio, plata, cobre, oro. El tema es que la “megaminería”, con la que nosotros estamos en desacuerdo, no nos convendría bajo ningún punto de vista. Por ejemplo, ahora están con un proyecto en La Hoyada, en donde el agua que nosotros consumimos nace de los deshielos. Nos van a sacar el único recurso que tenemos para vivir: uno ve la irresponsabilidad de la gente que está trabajando. Nadie puede negar eso; es sentido común. Si meten una mina que, están diciendo, va a ser tres veces más grande que la de Bajo de la Alumbrera, será directamente un acta de defunción. Tinogasta tuvo minas de estaño en las que se trabajó manualmente; nunca hubo problemas. Pero acá la megaminería directamente es inviable.

 

OP.—Por estas fechas debería entrar en la fase de producción la mina de jade ubicada en las cercanías a las termas de Fiambalá, a la sombra de la cual —a tenor de lo que se rumoreaba— se desarrollaría una explotación encubierta de uranio. Por lo que respecta a la piedra semipreciosa, de acuerdo a las primeras estimaciones se extraerán de modo artesanal unas cien toneladas de jade al mes.

 

BRIZUELA.—Lo que han prometido no lo han cumplido; todo es muy raro y no quieren dar información. Por el hecho de que muy cerca hay una mina de uranio, lo del jade es una pantalla para conseguir la famosa licencia social. Te van a mostrar una cosa y después van a salir con otra. De hecho, la gente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) está viniendo muy seguido; no creo que vengan a hacer turismo. Ahora no estamos apostados a la orilla de la ruta, pero sí tenemos guardias itinerantes: todo el tiempo sabemos quién entra y quién sale. Las camionetas de la CNEA están siempre por acá. Durante 2011–2012 estuvieron trabajando en los territorios en donde hay uranio, y acá hay uranio en donde mires (see Clausura en la zona no nuclear). Cuando vimos el movimiento de la gente de la CNEA, nos acercamos hasta el Concejo Deliberante para preguntarles qué es lo que estaba haciendo toda esa gente: como siempre, no sabían nada. En realidad, las camionetas van a Fiambalá. Ya pasaron cuatro meses y todavía no tenemos ningún tipo de información. Por ahora, de la mina de jade no se conoce su producción.

 

OP.—En virtud de los grandes problemas de abastecimiento de agua que tienen los regadíos de Santa María —una de las tres ciudades que, junto a Belén y Andalgalá, se encuentran dentro del área primaria de influencia de Bajo de la Alumbrera—, el 24 de agosto la SEM se vio obligada a asegurarle a la población que la extracción que se realiza en el acuífero de Campo del Arenal, al noreste de la mina, no afecta al valle productivo de la zona. Separados de este por unos 60 km, siete pozos de 250 m de profundidad le suministran a la anglosuiza Glencore Xstrata los cerca de sesenta millones de litros de agua fresca diarios que necesita para procesar el mineral que extrae del yacimiento explotado desde 1997.

 

BRIZUELA.—Todo lo que viene del Gobierno es mentira. La gobernadora dijo tres días antes del 10 de febrero de 2012 que ella no iba a reprimir la protesta: después vinieron y nos mataron a palos. Dijo el 14 de agosto de 2012: “Tinogasta no es minera, tiene un perfil productivo y turístico”. Y en noviembre CAT-Gold estaba trabajando en Las Papas. Todo es mentira; son todas mentiras. En Catamarca, el Gobierno ha perdido la credibilidad. No les creo absolutamente nada; obviamente, tienen que zafar de alguna forma. Nos mienten en la cara como a niños.

 

OP.—El 7 de septiembre, en una carta dirigida a veinticinco representantes de las empresas mineras más importantes del mundo, el propio papa Francisco afirmó —a través de la figura de su secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone— que, quizá por “los graves errores del pasado”, la industria extractiva es presentada, “no siempre sin motivo”, como la explotación injusta de los recursos naturales y de las poblaciones locales.

 

BRIZUELA.—Los errores se siguen cometiendo y se van a seguir cometiendo. Estuve conversando con una persona que recorre toda la provincia y me dijo: “Es terrible lo que está pasando en Catamarca. [...] La gente de Andalgalá está vendiendo los negocios frente a la plaza y se está yendo, Belén está muerto y Tinogasta es lo único que se está salvando”. La minería en Tinogasta no es viable por más que lo diga el papa: que me disculpe, pero creo que la actividad en sí misma es inviable.

 

NOTAS A PIE DE PÁGINA

 

[1] Comunicación telefónica. Realizada el 18 de septiembre.

 

Fuente: OCRN

Temas: Minería

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