El poder económico rebasa las fronteras de los países: Neil Harvey
La liberación de un país no puede ser nacional sino global porque el poder que se maneja económicamente es universal, no se restringe a las fronteras, sino que se mueve, por lo que hay que tener más conocimiento y relación con movimientos sociales en diferentes lados y la conciencia de que los problemas que estamos enfrentando en una nación son similares, afirmó el investigador Neil Harvey, profesor de ciencias políticas de la Universidad estatal de Nuevo México, Estados Unidos.
“El éxito de los países que se enfocan sólo a lo interno, sería muy condicionado por ese contexto universal porque las empresas, las inversiones y los proyectos de extractivismo, por ejemplo, no se limitan a una sola nación”, agregó.
“Eso es algo que todavía no estamos captando plenamente, pues estamos más acostumbrados a pensar en el cambio en nuestro país y sí es importante verlo; antes pensábamos que cuando un país se liberara del poder económico internacional podría ser una solución, pero ahora estamos viendo que tiene que ser de muchos y no sólo de una nación”, señaló.
Harvey llegó a esta ciudad para dictar la conferencia titulada La democracia imaginaria y las democracias profundas: Morena, el zapatismo y los pueblos indígenas.
Entrevistado al final de la disertación, añadió que los movimientos sociales que se han opuesto al extractitivismo en otros países de América Latina son importantes también para México y viceversa.
Manifestó que en este contexto “los pueblos indígenas tienen una importancia cada vez más marcada porque son los que están más conscientes de los efectos dañinos del extractivismo y los megaproyectos. Muchas veces son ellos los que reciben el impacto negativo primero, los más afectados”.
Son ellos, abundó, “los que están hablando y dando a conocer, por ejemplo, que el uso excesivo de la fumigación con plaguicidas en la península de Yucatán está afectando la población de abejas drásticamente y las abejas tienen una función de polinización muy reconocida que ayuda a la ecología a mantenerse, pero también a las comunidades a tener recursos, como la producción de la miel, que está siendo seriamente dañada”.
Señaló que también “están manejando interesantemente la defensa del territorio como algo de lo que cualquier nación debe de preocuparse. Si esos territorios de los pueblos indígenas están siendo intervenidos e impactados por megaproyectos también afecta la capacidad de la nación porque los recursos naturales se agotan, las empresas sacan las ganancias y se van a otro país dejando en su camino un desastre ecológico y migración”.
El investigador manifestó que él hubiera querido que la llamada cuarta transformación “empezara más con una visión de largo plazo en cuanto al desarrollo en el sur sureste del país”.
Agregó: “Me preocupa que el presidente (Andrés Manuel López Obrador) y su equipo escogieran por ejemplo el Tren Maya y no hayan escuchado lo suficiente la preocupación de las personas que resultarán afectadas por ese megaproyecto. Por alguna razón él está aferrado en implementarlo y menciona lo que para él serían los beneficios económicos de un turismo más integral, etcétera, pero la oposición de las comunidades es real”.
Sobre el zapatismo dijo que es un movimiento “que sigue siendo vigente para el país y para el mundo. Últimamente han podido anunciar la creación en siete Caracoles nuevos y siete municipios autónomos. Han convocado a eventos en diciembre incluyendo un gran encuentro de mujeres”.
Sostuvo que el encuentro de mujeres, particularmente, “es fundamental en este momento con tanta violencia de género e impunidad en el país; por lo que es importante que las mujeres tengan espacios para denunciar y crear alternativas”.
A pregunta expresa, subrayó que el movimiento rebelde “es necesario y seguirá siendo necesario y traerá a más simpatizantes en los próximos años”.
Fuente: La Jornada