Costa Rica: El amargo sabor de la piña
Costa Rica ha presentado hacia el exterior una imagen de país sostenible y comprometido con el medio ambiente, pero la realidad interna es muy distinta. La tensión entre la conservación y la actividad productiva provocan una creciente conflictividad social por el uso del territorio.
Como un ejemplo del (in)cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio abordamos el caso de la producción agroindustrial de piña, que ha ido sitiando comunidades y zonas protegidas, y desplazando a cultivos tradicionales de importancia alimentaria. Causa gran preocupación, además, el paquete tecnológico agrotóxico utilizado sistemáticamente, que provoca la contaminación de fuentes hídricas. Entre 2003 y 2009 se presentaron más de 120 denuncias contra la producción piñera ante el Tribunal Ambiental Administrativo y el Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones.
La piña ha ido desplazando la producción alimentaria y sitiando zonas de protección como el Refugio de Vida Silvestre Caño Negro. De acuerdo con la Cámara Nacional de Productores de Piña (CANAPEP), el área sembrada aumentó de menos de 10.000 a más de 50.000 hectáreas. Las empresas Del Monte y PINDECO concentran el 50% de la producción y 31 empresas concentran el 96%. Además, el paquete tecnológico agrotóxico utilizado sistemáticamente en la producción piñera agroindustrial consume entre 30 y 38 kilogramos por hectárea al año de plaguicidas.
En la región Caribe, los gobiernos locales de los cantones de Guácimo y Pococí acordaron una moratoria de nuevas actividades derivadas o relacionadas con la siembra, expansión, industrialización, exportación, distribución y comercialización de piña. Los principales argumentos son los impactos ambientales negativos, como la erosión y contaminación con agrotóxicos de zonas de recarga acuífera, ríos y aguas subterráneas, o el mal manejo de aguas residuales.
Se mencionan igualmente impactos sociales negativos como el aumento de problemas sanitarios (incidencia de dengue, enfermedades respiratorias y psicológicas) y disminución de los indicadores de desarrollo social.
Entre 2003 y 2009 se presentaron ante el Tribunal Ambiental Administrativo y el Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones más de 120 denuncias contra la producción piñera en todo el país. Los motivos más frecuentes fueron la tala de bosques, la apertura ilegal de caminos, la invasión y cambio de uso de tierras, la invasión de zonas protegidas, la ausencia de los debidos Estudios de Impacto Ambiental, el manejo inapropiado de desechos, el abuso de agroquímicos, la contaminación y usurpación de aguas, los problemas de salud, el incumplimiento de derechos laborales y la persecución sindical.
Fuente: Social Watch