Costa Rica: Ecologistas solicitan prohibir Paraquat, agroveneno ilegal en 40 países
Ecologistas piden la prohibición de la venta y comercialización del herbicida Paraquat, conocido también como “gramoxone”, que en Costa Rica por décadas ha sido el mayor causante de intoxicaciones laborales con pesticidas y de suicidios por su ingesta.
Veneno mortal. Jóvenes en zonas indígenas de Costa Rica han utilizado para suicidarse este mortal veneno que el mismo MAG entrega, aunque las comunidades se opongan. Han sido claros en su rechazo el gobierno local indígena (Pronunciamiento ADITICA) como la Federación de Mujeres Indígenas de Talamanca que ha dicho: “cómo es posible que el MAG irrespete nuestra voluntad y nos de venenos que no sabemos manejar y que nuestros jóvenes están usando para suicidarse. Estos suicidios son una emergencia y son facilitados porque hay agroquímicos por todo el territorio que no se han usado porque muchas madres y miembros de la comunidad han tomado consciencia, entonces el veneno se acumula y está a mano para ser usado en suicidios”
Según la Comisión Interinstitucional para la Prevención del Suicidio en Talamanca, en 2014 las cifras llegaron a 47 intentos de suicidio, la mayoría en adolescentes entre los 12 y los 14 años; esos datos motivaron la declaratoria de emergencia municipal en setiembre de 2014. Según las estadísticas de la OIJ de Talamanca, han habido 32 casos de suicidio consumado en Talamanca entre 2013 y junio de 2017, de los cuales 20 utilizaron agro veneno.
Prohibición mundial:
En al menos 40 países en el mundo, el Paraguat está prohibido y en muchos otros restringido. En Europa fue prohibido desde julio del 2007 mediante una sentencia de la Corte de la Unión Europea por ser altamente tóxico ( ver nota de la Corte de Justicia de la UE), a raíz de este fallo, la transnacional Dole decretó moratoria en todo el mundo con relación al uso del Paraquat en sus operaciones, con una sola excepción: Costa Rica ( ver comunicado Dole).
El paraquat integra “La Docena Sucia” contra la cual hay una campaña emprendida por la PAN (Pesticides Action Network) desde 1985 y a nivel mundial. Esta misma organización junto con la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAPAL) han clasificado al Paraquat dentro de los plaguicidas altamente peligrosos ( PAP) basada en criterios de peligrosidad establecidos por autoridades reconocidas como la OMS, FAO, EPA y la Unión Europea.
En nuestro país desde el 2000 distintos sectores que se agruparon en el Foro Emaús solicitaron la prohibición del Paraquat ( ver más) pero en aquel momento los argumentos en contra de la prohibición giraron en torno a los intereses de los importadores, cámaras y transnacionales del agroveneno.
Efectos e impactos ambientales:
Este agroveneno es considerado un químico extremadamente tóxico para plantas y animales, especialmente peces. Se acumula en organismos acuáticos; los crustáceos son muy sensibles en las primeras etapas de desarrollo. En el ser humano, se alerta que la inhalación y el contacto con la piel pueden provocar tos y sangre en la nariz y daños irreversibles en los pulmones, además de lesiones irreversibles en el hígado o los riñones. Ingerir una sola cucharita del compuesto, puede ser fatal. Los trabajadores agrícolas sufren quemaduras en la piel, ceguera, daño respiratorio e insuficiencia renal crónica debido a su uso. En el suelo es inmóvil y extremadamente persistente; en el sedimento y subsuelo queda adsorbido (biológicamente no disponible) por muchos años sin degradación.
Es fabricado por la transnacional Syngenta y es tan polémico su uso y fabricación que está prohibido en Suiza donde se encuentra la sede central de esta transnacional. Incluso el gobierno de China, una nación que poco se preocupa por la regulación ambiental, decidió en 2012 eliminar el Paraquat “para salvaguardar la vida de las personas”, aunque todavía permite la producción para la exportación.
En Costa Rica:
La compañía Del Monte y la agroindustria piñera fue recientemente cuestionada por ecologista por los “sahumerios” de dioxinas que realizan con este peligroso veneno, pues para el manejo de los desechos de la plantación de piña aplican principalmente Paraquat y posteriormente quemar el rastrojo, sin importar el tiempo que haya pasado dada la persistencia de estos agrotóxicos, se generan dioxinas que son poderos contaminantes que son preocupantes por su elevado potencial tóxico. La experimentación ha demostrado que afectan a varios órganos y sistemas. La exposición prolongada se ha relacionado con alteraciones inmunitarias, del sistema nervioso en desarrollo, del sistema endocrino y de la función reproductora.”
Ecologistas hicieron ver las grandes contradicciones del sector piñero en relación a sus manuales de buenas prácticas, que continuamente citan para afirmar que toda su producción es amigable con el ambiente ( ver Luis Ángel González Alfaro. – San José, Costa Rica: MAG/SFE, 2012. 18 pp.). La FECON recomendó prohibirlo y exigir la práctica de destrucción de la biomasa mediante la acción mecánica de implementos agrícolas y evitar el uso de herbicidas y quemas en general, todo ello para evitar criaderos de Mosca (Stomoxys calcitrans).
Por estas y muchas otra razones que pueden verse en la literatura científica, FECON pide al MAG que considere toda la evidencia técnica que ha llevado a más de 40 países a prohibir este veneno y que al mismo tiempo pondere el costo socio ambiental que implica el consumo de Paraquat en el país y que no nos convirtamos en el basurero tóxico donde se terminan de usar las existencias mundiales de un veneno tal y como está pasando el Paraquat y como pasó con el Nemagón o Dibromo cloropropano (D.B.C.P) que dejó a miles de personas esterilizadas.
Fuente: Bloque Verde