Colombia: fumigaciones causan estragos
Se ha evidenciado que el programa de fumigación promueve el desplazamiento de estos cultivos a otros departamentos y zonas alejadas, agrava el desplazamiento interno, destruye cultivos de alimentos, contamina fuentes de agua vitales para la sobrevivencia de las comunidades, y causa impactos ambientales directos e indirectos
Adital - Catorce ONGs colombianas solicitan al Congreso de Estados Unidos apoyar proyectos alternativos en lugar de fumigar parques nacionales, como parte del Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos del Plan Colombia. Estos proyectos de desarrollo alternativo sostenibles ya se están ejecutando en Colombia, incluyendo la erradicación manual, de la misma manera que se ha hecho en Bolivia, Perú e incluso Guatemala.
"Nuestra petición se fundamenta en que el PECIG no ha mostrado su efectividad como una herramienta para la destrucción de cultivos de coca y de amapola y al contrario, esta causando impactos negativos principalmente a las comunidades indígenas, afrocolombianas, campesinas y a ecosistemas estratégicos en Colombia", declaran las ONGs.
Se ha evidenciado que el programa de fumigación promueve el desplazamiento de estos cultivos a otros departamentos y zonas alejadas, agrava el desplazamiento interno, destruye cultivos de alimentos, contamina fuentes de agua vitales para la sobrevivencia de las comunidades, y causa impactos ambientales directos e indirectos. Aunado a ello, la implementación de la política de erradicación aérea ha desconocido múltiples normas nacionales e internacionales obligatorias para Colombia, debilitando el Estado de Derecho en su ejecución.
Para las entidades después de cinco años de implementación masiva de las fumigaciones, la política no ha demostrado ser efectiva. En la ejecución del Plan Colombia se han gastado más de USD $4 mil millones provenientes del gobierno estadounidense, que se suma a lo invertido por el gobierno colombiano y otras fuentes de ayuda de cooperación internacional. Al comienzo del Plan Colombia había más de 171.000 hectáreas (ha) de cultivos ilícitos en Colombia. Cuatro años después se había fumigado más de cuatro veces esta cantidad (752.327ha). Sin embargo en diciembre de 2004 todavía quedaban más de 116.000 ha de cultivos ilícitos.
También estaría ampliamente demostrado que la erradicación aérea desplaza los cultivos a zonas donde antes no existían, causando mayor deforestación y erosión de la biodiversidad. Al comienzo del Plan Colombia había cultivos de coca y de amapola en 12 departamentos, ahora están presentes en 23 de los 32 departamentos colombianos. "Esto claramente causa graves daños ambientales en zonas ecológicamente sensibles de Colombia como la Cuenca Amazónica".
Durante el 2004 y lo que lleva del 2005, diferentes comunidades de los departamentos de Chocó, Magdalena y Norte de Santander, denunciaron afectaciones a la salud, destrucción de cultivos de alimentos y contaminación del agua debido a las fumigaciones. Por ejemplo, la comunidad indígena Eperara Siapidaara denunció la muerte y enfermedad de niños y el desplazamiento forzado debido a las fumigaciones ocurridas a finales de abril del 2005. Ante las autoridades colombianas reposan más de 8.000 denuncias de daños, sin que hayan sido apropiadamente investigadas, argumentando la inocuidad de la mezcla utilizada y la dificultad en las investigaciones. Esto es particularmente preocupante, considerando recientes investigaciones que evidencian impactos que el Roundup, el glifosato y los surfactantes que se usan en Colombia pueden causar impactos adversos, particularmente en los seres humanos y en anfibios y otros animales acuáticos.
Según las entidades el PECIG ha sido objeto de varias demandas judiciales ante las cortes colombianas, cuyas decisiones se han ignorado.
Fuente: ADITAL