Colombia: Nuevo acto de indigna sumisión en el TLC con EU
El gobierno colombiano tramita en el Congreso los Tratados de Budapest y de Bruselas (1974), ambos por compromisos adquiridos en el capítulo de propiedad intelectual del TLC con Estados Unidos. A pesar de no haber sido aprobado el TLC en Estados Unidos y en actos de indignidad que debieran avergonzarlos, los ministros de Relaciones Exteriores, de Comercio, de Ambiente y del Interior proponen leyes que obligan al país en el TLC y que son contrarias al interés del país.
El Tratado de Budapest, que permite el depósito de microorganismos a perpetuidad para proceder a patentarlos y facilita a las trasnacionales la exportación e importación de microorganismos, hace parte de las normas que Estados Unidos y demás potencias imponen en materia de propiedad intelectual. El de Budapest es un tratado que facilita la apropiación de la riqueza biológica de los países megadiversos como Colombia. Es menester recordar cómo el TLC aumentó el plazo de las patentes y el espectro de bienes objeto de protección con las medidas monopólicas de propiedad intelectual, entre ellas, los microorganismos y las plantas, es decir, la vida.
Además del debate ético, el Tratado de Budapest profundiza el poder de las trasnacionales norteamericanas en su interés por mercantilizar la vida. Compañías norteamericanas como Pfeizer, GlaxoSmithKline, Merck & Co, AztraZeneca y Bristol Myers y Squibb, emplean compuestos naturales o derivados de estos en parte sustancial de sus medicamentos más vendidos, compuestos que estrictamente no constituyen una invención sino un descubrimiento que venden con protecciones monopólicas.
Es fundamental que las organizaciones ambientales y todos los sectores democráticos del país ratifiquen su oposición al TLC y a la lógica de colonia con la que Álvaro Uribe Vélez relaciona a Colombia con Estados Unidos.
Senador Jorge Enrique Robledo
Fuente: RECALCA