Cinco datos escandalosos sobre la desigualdad extrema global y cómo combatirla
La crisis de desigualdad se está agravando. El 82% de la riqueza mundial generada durante el año pasado fue a parar a manos del 1% más rico de la población mundial, mientras el 50% más pobre –3 700 millones de personas– no se benefició lo más mínimo de dicho crecimiento.
Nuestro modelo económico fallido está incrementando la brecha entre ricos y pobres. Este modelo posibilita que los más ricos sigan acumulando inmensas fortunas mientras cientos de millones de personas ven socavados sus derechos fundamentales y tienen que luchar cada día para sobrevivir con salarios de pobreza, especialmente las mujeres.
Las personas más ricas y poderosas de todo el mundo que participan en el Foro Económico Mundial de Davos deben saber que ya somos millones las personas decididas a combatir la injusticia de la desigualdad. Podemos construir un mundo más justo y acabar con la pobreza de una vez por todas. Pero, para ello, se necesitan acciones, no solo palabras.
Un mundo cada vez más desigual
Las grandes corporaciones y las personas más ricas son un factor clave de esta crisis de desigualdad. Utilizan su poder e influencia para garantizar que las políticas gubernamentales vayan a favor de sus intereses y priorizan maximizar los beneficios de sus accionistas a cualquier precio, aunque esto implique bajar los salarios de sus trabajadores y trabajadoras o eludir impuestos.La riqueza extrema de unos pocos se erige sobre el trabajo peligroso y mal remunerado de una mayoría. La economía prospera gracias al duro trabajo de personas atrapadas en la pobreza, mientras los beneficios del crecimiento económico van a parar a manos de una pequeña élite. Las mujeres, que sufren mayores niveles de discriminación en el ámbito laboral y asumen la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado, son las más perjudicadas.
Pobreza extrema vs. riqueza extrema: la brecha de desigualdad
Fuente: Oxfam