Científicos denuncian presión de EEUU para liberar transgénicos en Costa Rica
Con 91% de su territorio libre de alimentos modificados genéticamente, Costa Rica es considerado un país libre de transgénicos. Sin embargo, las empresas estadounidenses han estado presionando al gobierno del país centroamericano para autorizar el cultivo de este tipo de alimentos. Rechazando esa práctica, 30 científicos y representantes de movimientos sociales lanzaron un nuevo manifiesto en protesta a la presión de Estados Unidos.
Firmantes del manifiesto califican como "intolerable" el papel de Estados Unidos y llaman a proteger "la riqueza agro-biológica" costarricense, "no sólo de la erosión genética, también de la contaminación transgénica". Además, recuerdan que el Ministerio de Agricultura de Costa Rica decidió en 2014 no autorizar productos genéticamente modificados.
El manifiesto señala que Costa Rica es un país donde 74 gobiernos locales municipales ya han decidido declararse como territorios libres de transgénicos, lo que demostraría "una clara voluntad de su gente para impulsar modelos de desarrollo agrícola donde los productos de ingeniería La genética no tienen lugar”.
Los signatarios expresan que están siguiendo el pueblo de Costa Rica en su lucha en defensa de su patrimonio agrícola y biológico cultural ante [el peligro] de la contaminación transgénica y biocolonización corporativa. La lucha contra los transgénicos no es sólo una lucha contra una tecnología arriesgada, es una lucha contra la biocolonización corporativa que daña la base de los sistemas alimentarios agro-culturales de los pueblos y las comunidades locales", señalan.
El manifiesto está firmado, entre otras personalidades, por científicos como la hindú Vandana Shiva; el cubano Fernando Funes (vice-presidente de la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología); los científicos estadounidenses John Fagan, Hans R. Herren, Michael Hansen y Ronnie Cummins; la mexicana Mercedes López Martínez, de la organización Vía orgánica; los rusos Konstantin Kramnerenko y Elena Sharoykina, directora de la Asociación Nacional para la Seguridad Genética de Rusia.
Fuente: Adital