Catamarca: productores al rescate de semillas nativas y criollas
Con el objetivo de seguir recuperando y manteniendo semillas, este sábado 25 de septiembre, en la localidad de Medanitos (Tinogasta, Catamarca), se realiza una nueva edición de la Feria de Semillas Nativas y Criollas.
La XIX edición del evento, organizado por la Asociación Campesinos del Abaucán (ACAMPA) y Bienaventurados los Pobres (Be.Pe), se llevará a cabo con protocolos sanitarios en el Club La Soledad. Este año, se estarían cumpliendo las dos décadas del evento, pero lamentablemente, el año pasado, no se pudo llevar a cabo por la pandemia.
“El objetivo principal de la actividad es seguir recuperando y manteniendo las semillas nativas y criollas, que están adaptadas a nuestro territorio. Por eso, participan hombres y mujeres que cosechan su propia semilla, sin veneno, que se reproducen de manera tradicional sin ningún componente químico“, relata Manuel Aguirre, uno de los organizadores.
En diálogo con La tinta, Manuel recuerda que el surgimiento de la feria, hace dos décadas, se da en un contexto en el que cada vez había menos productores locales, debido a la migración de trabajadores hacia la ciudad u otras partes del país.
“El avance de la frontera verde, la minería, el éxodo a los puestos petroleros del sur o los trabajos estatales hicieron que la gente dejara de trabajar en el campo y abandonara sus tierras. Ahí nace la iniciativa de Be.Pe y de ACAMPA, dando cuenta que era necesario volver al trabajo de encuentro entre la gente, para rescatar las semillas que habían quedado, que eran variadas, pero en muy poca cantidad y en pocas familias”, rememora Aguirre.
A través del intercambio, trueque o venta de las semillas, estas se empezaron a multiplicar. En la edición de 2018, Be.Pe y ACAMPA pudieron constatar con equipos técnicos más de 120 variedades de semillas nativas y criollas de la región. Las semillas que más sobresalen son las de maíz, poroto, zapallo angola, calabaza, lechuga, quinoa, acelga, tomate, rabanito, ají y algunas aromáticas.
“En estos años, desde que hacemos la feria, hemos logrado mayor cantidad de semillas, mayores rindes en la producción y que los productores puedan tener las semillas en sus manos (…) Al tener variedad de semillas y poder rotar con el tiempo, hizo que se mejoraran los rindes”.
El campesino, integrante de ACAMPA, recuerda además los diferentes proyectos que se presentaron a nivel nacional para el patentamiento de semillas. “Los objetivos del Gobierno de patentar las semillas haría que solo queden las híbridas, creadas en laboratorios y a manos de empresas. Esto es también una forma de presentar una lucha, contra los proyectos privativos de semillas”, asegura Manuel.
Además de semillas, año a año, les productores empezaron a llevar a la feria algunos productos derivados de su trabajo, lo que fue transformando el espacio en una feria agroecológica que, aparte de semillas, frutas y verduras, suma dulces, panificados, plantas, animales y artesanías.
Como se lleva a cabo en cada edición, primero, se realizará el momento de intercambio o trueque, y una vez finalizado esto, se dará inicio a la venta. Si bien la participación es gratuita, los requisitos para participar es que sean semillas que no sean curadas, producidas por los productores, que tengan buen poder de germinación.
Sumado a les participantes de las localidades del bolsón de Fiambalá, también estarán presentes la Unión de Pueblos de la Nación Diaguita, integrantes de las Mesas de Tierra de Choya -Guasayán de Santiago del Estero y la Red Achalay, entre otros.
En diálogo con La tinta, Manuel recuerda que el surgimiento de la feria, hace dos décadas, se da en un contexto en el que cada vez había menos productores locales, debido a la migración de trabajadores hacia la ciudad u otras partes del país.
Imágenes: Julio Carrizo. Be.Pe
Fuente: La Tinta