Cambios en la conducción del INASE
Asume la conducción de Instituto Nacional de Semillas (INASE), Obdulio San Martín, un referente de las empresas semilleras en el país. Otro avance del agronegocio. Se viene nuevamente la discusión de la Ley de Semillas.
La nota de color es que no pudo ser designado oficialmente como Presidente del INASE por las exigencias del cupo femenino en el ministerio de Agricultura, lo que no significó una limitante para que el Ministro de Agricultura Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, lo ponga en funciones. Por ahora, Obdulio San Martín, asume la conducción del Instituto que se encarga de la producción y comercialización de las semillas, actuando formalmente como Asesor del Ministro.
El flamante titular del INASE ha declarado “soy radical y nunca voté al peronismo” y que aceptó el cargo “con la idea de avanzar con una demanda histórica de los obtentores y multiplicadores de semillas, tanto nacionales como extranjeros: contar con una nueva Ley de Semillas”. Queda claro los intereses de quiénes representará en el ejercicio de su función y que se viene nuevamente el fuerte debate por la modificación de la Ley de Semillas.
Vale la pena recordar que este debate es de vieja data y lo que está en discusión es ni más ni menos que la mercantilización de las semillas. Porque, lo que para San Martín es “la demanda histórica de los obtentores y multiplicadores” es lo que se conoce como regalía extendida: las empresas semilleras cobran regalías (obtienen ganancias) por la semilla que produce y cosecha un productor y que se guarda para siembras posteriores. Lisa y llanamente, es un avance sobre la privatización de las semillas y una profundización de la dominación de las semillas por parte de las corporaciones del agro.
Además, cambios en ese sentido, vendrán asociados a la criminalización de la práctica de guardar semillas, que ha sido histórica en la agricultura y que la Ley vigente consagra y resguarda, como “derecho de uso propio”. Para las y los productores (de diferentes dimensiones productivas) es vital conservar ese derecho, porque les garantiza autonomía en el uso, multiplicación, intercambio y aún en la venta de sus semillas. Pero también, es vital para la sociedad toda, porque las semillas son claves para otro modelo posible de agricultura, con perspectiva agroecológica. Sólo con semillas libres, se podrá alcanzar la soberanía alimentaria.
Conociendo los antecedentes de San Martín, no sorprende que pretenda trabajar a demanda de las empresas semilleras (obtentores y multiplicadores). Por otro lado, su nombramiento al frente del INASE no deja dudas del rumbo y el proyecto político en materia de producción agrícola al que, de la mano de Julián Domínguez, apuesta el gobierno nacional. Es coherente con la acelerada a fondo en favor del extractivismo, también en otras áreas productivas (petróleo, minería).
En paralelo, se frenan iniciativas como el Proyecto de Ley de Humedales y se avanza en pagar la deuda odiosa al FMI. Se abren entonces muchos frentes de disputa. El avance extractivista choca con gran parte de nuestra sociedad que ha decidido luchar, porque ha tomado conciencia sobre los daños que produce la mercantilización de la naturaleza y sobre la necesidad imperiosa y urgente de proyectar un modelo de producción diferente, que ponga a la vida en el centro. Para ese modelo las semillas son indispensables, y discutir sobre su uso es de valor estratégico.
Fuente: Tramas