Cámara da primer paso para prohibir las semillas transgénicas
Este semestre, el representante Juan Carlos Losada ha presentado varias iniciativas de carácter ambiental. Uno de estos es el proyecto de acto legislativo que busca prohibir las semillas transgénicas en el país. Este martes, la propuesta dio un paso importante al ser aprobado en primer debate en la Comisión Primera de la Cámara.
Con una votación de 22 votos a favor, se dio el sí a la iniciativa que propone modificar el artículo 81 de la Constitución. Este actualmente prohíbe las armas químicas, biológicas y nucleares y también regula la entrada y salida de recursos genéticos en el país. Con esta modificación, este apartado de la constitución también prohibiría “el ingreso, producción, comercialización y exportación de semillas genéticamente modificadas”.
“Es una excelente noticia que la Comisión Primera haya aprobado con una amplia mayoría el proyecto de acto legislativo que quiere prohibir las semillas transgénicas en el país (…) Esto en aras de cuidar las semillas nativas de nuestro país que son la base de la megadiversidad de nuestro país”, comentó el representante Losada, que luego agregó: “Esto es una excelente noticia para los que cuidamos al medioambiente y la salud de nuestro país porque estas semillas han sido creadas para poder usar más pesticidas”.
La principal justificación del proyecto es proteger las semillas locales frente a la importación y producción de semillas modificadas. Asimismo, el autor expresa entre la justificación que los cultivos transgénicos generan varios riesgos ambientales, socioeconómicos y a la salud. Uno de los principales riesgos que están causando estos cultivos es la aparición de plantas resistentes a los herbicidas, lo que ha hecho que estos no sirvan ante el control de plagas. Asimismo, se ha demostrado que el maíz transgénico genera toxinas que quedan en el suelo y que también matan insectos beneficiosos.
Asimismo, se plantea que las semillas criollas corren riesgo en su naturaleza dado que las semillas genéticas se entrecruzan con los individuos autóctonos y contaminan sus características genéticas. Otro de los reparos que presenta el proponente es que generan impactos socioeconómicos ya que están patentadas, por lo que son realmente propiedad de la empresa que las modificó, y, además, fueron creados para países del norte y no para las condiciones del hemisferio sur.
Fuente: El Espectador