Brasil: Indígena Ka’apor, asesinado por madereros en Maranhão

Por ADITAL
Idioma Español
País Brasil

En el interior de Centro do Guilherme, Estado de Maranhão, el indígena Euzébio Ka’apor fue baleado y asesinado con un tiro en la espalda este domingo 26 de abril. Ka’apor, de 42 años, de la aldea Xiborendá, Tierra Indígena Alto Turiaçu, era un agente indígena y volvía de la aldea Jumu'y Ha Renda Keruhu, como acompañante en una motocicleta cuando alrededor de las 18h30, dos hombres encapuchados los abordaron pidiéndoles que pararan e inmediatamente dispararon.

De acuerdo con indígenas que pidieron no ser identificados, los responsables del delito son madereros del municipio de Centro do Guilherme, que cometieron el delito debido a las acciones de autofiscalización y vigilancia territorial iniciadas en 2013 por los Ka’apor, que culminaron en marzo de este año con el cierre de todos los ramales de invasión maderera de la Tierra Indígena Alto Turiaçu. Ka’apor era un importante líder en el combate a la explotación ilegal de madera en la Tierra Indígena y miembro del Consejo de Gestión Ka’apor.

El delito ocurrió en la entrada del poblado Areal, entre los municipios de Centro do Guilherme y Santa Luzia do Paruá, a tres kilómetros de la aldea Xiborendá. "Él había ido a visitar a su hijo en la aldea Jumu'y Ha Renda Keruhu y estábamos volviendo a casa. Entonces, en ese trecho, los dos estaban emboscados y nos mandaron parar la moto. Vi que estaban encapuchados y no paré. Fue cuando acertaron a darle en la espalda”, cuenta K.K., el conductor, que logró llevar a Eusébio al poblado para buscar auxilio. "Murió alrededor de las 20h30, cuando estábamos en la salida de Nueva Olinda, llevándolo al hospital”.

El hijo de Eusébio, después de dejar el cuerpo de su padre en la ciudad de Zé Doca, volvía a su aldea cuando, en el municipio de Santa Luzia do Patuá, fue abordado por un maderero identificado como Marcílio, que afirmó que otros indígenas y quienes apoyaban a los Ka’apor también podrían haber muerto. Preguntó también cuándo ellos ‘liberarían la madera’.

Los indígenas cuentan que tienen miedo hasta de presentar una queja en la comisaría, a causa de haber sorprendido in fraganti el año pasado a un hombre que alegó estar bajo las órdenes del comisario de Centro do Guilherme para entregar una pieza de tractor a un maderero que deforestaba el territorio de los Ka’apor. "Nadie tiene coraje de ir a la comisaría... A comienzos de año, los secretarios de Derechos Humanos y de Igualdad Racial estuvieron con nosotros y nos prometieron que un equipo de la Secretaría de Seguridad Pública recibiría y acompañaría nuestras denuncias y hasta ahora, nada”, recuerda una de las líderes Ka’apor.

 

El Programa de Protección a los Defensores de los Derechos Humanos del gobierno federal entró en contacto con los indígenas en noviembre de 2014, pero hasta ahora los Ka’apor no recibieron respuesta. Madalena Borges, del Consejo Indigenista Misionero (Cimi) Regional Maranhão, alerta sobre la ausencia y omisión del poder público, que ha ignorado las reiteradas denuncias de los delitos ambientales practicados por invasores dentro del territorio indígena. El trabajo realizado por los Ka’apor logró proteger la mayor parte del área, frenando las acciones delictivas de la explotación ilegal de madera en la Tierra Indígena.

"Sin embargo, esas acciones vienen despertando la ira de los madereros explotadores del territorio Ka’apor, que amenazan e intimidan a los indígenas. Varias aldeas ya fueron invadidas en represalia por las acciones de fiscalización”, explica Madalena. "Aun así, ningún órgano se manifiesta en defensa de los Ka’apor, que continúan vulnerables a este tipo de delito”.

Fuente: Adital

Temas: Criminalización de la protesta social / Derechos humanos, Pueblos indígenas

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