Australia: esto es el cambio climático
"«Nuestra gran esperanza es que la indignación por lo que ocurre en Australia nos obligue a un cambio drástico y a la acción -continuó Shaw, en diálogo con RMR-. La gente está increíblemente enfadada, por supuesto que ahora hay un enfoque en la lucha contra los incendios y las secuelas, pero también hay una construcción de poder desde las bases para cambiar desde las cenizas este desastre. Necesitamos un cambio de sistema", sostiene Sara Shaw, coordinadora del programa de Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional.
Australia está experimentando una crisis de incendios sin precedentes. Ya se han quemado 10 millones de hectáreas. Cerca de 2000 casas han sido destruidas, han muerto 27 personas y mil millones de animales. Se quemaron bosques tropicales ancestrales: áreas totalmente únicas -en términos de la biodiversidad que conservaban- se perdieron para siempre. La comunidad científica teme que también se hayan perdido especies enteras.
A pesar de los enormes esfuerzos realizados para salvar a miles de canguros, koalas y otros animales quemados y huérfanos, es probable que el impacto sobre nuestra biodiversidad sea devastador.
Los incendios son tan inmensos que han creado sus propios sistemas climáticos, provocando más incendios al generar tormentas eléctricas secas. Los bomberos nunca han visto nada parecido.
Y es sólo el comienzo de nuestra temporada de incendios forestales. Después de nuestro año más caluroso registrado en Australia, sólo esperamos que las condiciones empeoren a medida que nos adentramos en febrero y marzo. […] Esto es el cambio climático».
Así empieza una carta publicada esta semana por la organización ecologista Amigos de la Tierra Australia, que ha tenido varios de sus integrantes y voluntarios como rescatistas, incluyendo al propio coordinador de la ONG, Cam Walker.
«Esto realmente ha sido una catástrofe. Ha impactado literalmente a millones de personas en todo el país y está derivando hacia una crisis alimentaria. La calidad del aire es muy pobre en las grandes ciudades, incluyendo Sydney y Melbourne, y esto está teniendo impactos en la salud pública. Se han cerrado regiones enteras que normalmente reciben muchos miles de visitantes y ha habido una terrible pérdida en la vida silvestre y los paisajes. Los impactos económicos se estiman en 4.000 millones de dólares australianos», dijo Walker a RMR.
Muchos animales que sobrevivieron a los incendios ahora se enfrentan a una posible hambruna. En respuesta, se han formado grupos de voluntarios para distribuir alimentos adecuados en las zonas quemadas sobre las áreas forestales, con el fin de dar a los animales la oportunidad de sobrevivir hasta que las lluvias creen un rebrote, relató Sam Cossar-Gilbert, Coordinador del Programa de Justicia Económica – Programa Resistencia al Neoliberalismo de Amigos de la Tierra Internacional.
«Estamos empezando a llegar a peligrosos puntos de inflexión climáticos: los bosques están ardiendo con esta enorme liberación de dióxido de carbono, pero al mismo tiempo estamos perdiendo estos preciosos sumideros naturales que almacenan CO2 -dijo Sara Shaw, coordinadora del programa de Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional-. Vemos tantos bosques quemándose en los últimos años y también estamos en riesgo de otros puntos de inflexión climáticos en términos de derretimiento del permafrost marino, derretimiento de los glaciares, todo esto retroalimenta al sistema, acelera el calentamiento global y desencadena otros impactos impredecibles«.
«Nuestra gran esperanza es que la indignación por lo que ocurre en Australia nos obligue a un cambio drástico y a la acción -continuó Shaw, en diálogo con RMR-. La gente está increíblemente enfadada, por supuesto que ahora hay un enfoque en la lucha contra los incendios y las secuelas, pero también hay una construcción de poder desde las bases para cambiar desde las cenizas este desastre. Necesitamos un cambio de sistema, el modelo actual está impulsando la continua demanda de combustibles fósiles, las corporaciones tienen un enorme poder y los políticos no están priorizando esta agenda. Necesitamos detener la expansión y el financiamiento de los combustibles fósiles, con movimientos internacionales de base, desde lo local a lo internacional, que puedan hacer que los políticos, los medios y las corporaciones rindan cuentas».
Las reacciones de la clase política siguen siendo de negación ante la crisis climática que estamos viviendo. Venimos de una COP25 bastante frustrante. Ahora que estos incendios forestales han afectado a un país desarrollado, ¿puede haber cambios en las próximas decisiones que tomen los gobiernos respecto a su responsabilidad de frenar el cambio climático y lograr la justicia climática?
«El gobierno australiano -como tantos otros- apuesta a la industria de combustibles fósiles, apoya la extracción de carbón y el privilegio de unos pocos, a un gran costo para la mayoría. Así que, en efecto, estamos viendo a los gobiernos abandonar a su propia gente», opinó Shaw.
¿Qué podemos hacer para ayudar?
«La mejor manera en que todos pueden ayudar, es involucrarse en campañas locales y construir nuestros movimientos para detener el cambio climático y transformar nuestros sistemas para poner a las comunidades y el medio ambiente en primer lugar», expresaron desde Amigos de la Tierra Australia.
La organización ha realizado eventos de recaudación de fondos para organizaciones benéficas que hacen trabajo de emergencia sobre el terreno. También organizó acciones de vigilancia y protestas para llamar la atención y exigir apoyo para las comunidades afectadas por el fuego, la vida silvestre y la acción sobre el cambio climático.
Las principales demandas desde Amigos de la Tierra Australia son: financiar y apoyar adecuadamente a los bomberos, apoyar la recuperación de la naturaleza y de las personas, actuar sobre el cambio climático, detener la construcción de nuevas minas de carbón y promover una transición justa hacia la energía renovable impulsada por los pueblos.
«Esto es lo que los científicos predijeron, esto es el cambio climático, necesitamos un cambio de sistema para salvar nuestro planeta», consideró Cossar-Gilbert. Walker concluyó que «lo que está sucediendo en Australia en este momento es una advertencia para el mundo, un llamado a la acción, y les pedimos que sigan luchando con nosotros por la justicia climática».
Por otro lado, las inundaciones están golpeando de nuevo al planeta: el año pasado observamos dramáticamente inundaciones en Mozambique, Malawi y Zimbabwe -después del ciclón de Idai- y, en este momento, es Indonesia la que se ve afectada.
¿Puede este tipo de episodios ser cada vez más común?
«Al mismo tiempo que Australia arde, Yakarta, en Indonesia, se ha visto afectada por inundaciones sin precedentes en las últimas semanas: al menos 67 personas han muerto debido a las inundaciones repentinas y a los deslizamientos de tierra y miles de hogares han sido arrastrados. Estimamos que estos eventos irán en aumento, en intensidad y frecuencia. Necesitamos urgentemente financiación de los países desarrollados para los países en desarrollo para la adaptación al cambio climático y a las pérdidas y daños que ahora son inevitables. Pero lo que vimos en las conversaciones sobre el clima en Madrid a finales del año pasado fue la negativa de los países ricos a pagar por estas pérdidas y daños. No podemos ni debemos permitir que los poderosos sigan negándose a actuar porque está en juego todo nuestro futuro, pero sobre todo la vida de los más pobres y vulnerables», concluyó Shaw.
Para más información, la campaña general sobre el clima de Amigos de la Tierra Australia se puede encontrar aquí www.actonclimate.org.au/our_campaign
Fuente: Radio Mundo Real