Argetina: ¿Futuro no convencional?
El 21 de mayo, las Asambleas Mendocinas por el Agua Pura (AMpAP) anuncian su decisión de hacer frente a la fracturación hidráulica, lo que incluye la demanda de que Mendoza sea declarada una “provincia libre de fracking” por considerar a ésta una tecnología experimental sobre la cual “aún no se tiene una idea acabada” de la magnitud de los daños que podría causar.
El término inglés fracking se usa profusamente para describir la técnica “no convencional” de extraer gas o petróleo que consiste, básicamente, en la fractura —mediante la inyección a presión de agua mezclada con arena y sustancias químicas— de zonas rocosas del subsuelo terrestre en las que, se estima, estarían alojadas la tercera parte de las reservas de gas técnicamente recuperables del mundo y una décima parte del total de las existencias mundiales de crudo. En las AMpAP se amalgaman agrupaciones ambientalistas que han ido surgiendo en ocho municipios mendocinos y en el conglomerado urbano sobre el que se extiende la capital provincial.
[Entrevista con Juan M. Romero (30), miembro de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Tunuyán].1
OP.—A primeros de mayo de 2012, el día 7, se publicó la Ley 26741, relativa a la soberanía en materia de hidrocarburos y en la que se sanciona la recuperación del control —mediante la expropiación por motivo de utilidad pública– de Yacimientos Petrolíferos Fiscales SA (YPF), irónicamente, la petrolera insignia hasta entonces bajo el mando de la española Repsol SA. Conducida ahora por el Estado nacional en común con las diez provincias en las que se explotan el gas y el petróleo —englobadas en la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi)—, YPF será la punta de lanza de la flamante política petrolera argentina, cuyo corazón reside en el artículo 1 de la ley, que define como objetivo prioritario del país la consecución del autoabastecimiento a través de la exploración, explotación, industrialización y transporte de hidrocarburos convencionales y no convencionales.
ROMERO.—La mayoría de las veces, la gente de la asamblea se encuentra con una misma pregunta: ¿de dónde sacaremos el combustible si cada vez que se presenta algún tipo de proyecto nosotros nos oponemos? El Gobierno debería invertir el tiempo en investigaciones sobre las energías limpias y renovables. Nos opusimos a la política extractivista de todos los Gobiernos que han pasado por la provincia; no hay nada específico en contra del Gobierno actual. Creemos que el extractivismo merece nuestro más profundo repudio. La de todas las asambleas de Mendoza ha sido y es una lucha constante desde 2006: defender la normativa vigente, el medioambiente y la vida para las futuras generaciones. En la provincia, vamos a seguir manteniendo nuestra posición con respecto al tema del “fracking”.
OP.—Prácticamente en coincidencia con el primer aniversario de aquel acontecimiento, en la fecha del 2 de mayo de este año, las AMpAP consiguieron su primer triunfo: mediante la sanción de la Ordenanza 1431/13, el departamento occidental de San Carlos fue convertido en un “municipio libre de fractura hidráulica” debido, sobre todo, al temor a que una “fiebre” de la exploración y explotación de gas y petróleo no convencionales podría dar lugar a la contaminación del agua con sustancias químicas tóxicas, acabando con las fuentes subterráneas de agua potable.
ROMERO.—Todas las asambleas de la provincia tomamos en conjunto la decisión de iniciar una campaña para presentar una ley provincial en contra del “fracking”. Es un poco distinto a lo que veníamos haciendo: con respecto a la minería tuvimos la suerte de poder salir y concientizar a la gente antes de tratar los proyectos de ley que la prohibirían. En este caso, primero decidimos impulsar las ordenanzas en los distintos municipios. Por ejemplo, acá fue sancionada hace poco una ordenanza que declara a Tunuyán Capital Nacional del Agua Mineral Natural de Manantial; ya existía otra ordenanza que la declaraba Capital del Agua Pura de la Provincia. Entonces, si somos la capital del agua pura, no podemos permitir este tipo de proyectos. Otros departamentos están en zonas desérticas y el problema de la disponibilidad de agua para consumo poblacional y para los cultivos es muy grande. En la actualidad, no tenemos evidencias de que se esté por realizar algún proyecto en Tunuyán, pero en donde sí tenemos pruebas es en Malargüe, Luján de Cuyo, La Paz, Lavalle y General Alvear.
OP.—El 14 de junio, YPF reaccionó “con orgullo” ante la siguiente noticia: después de China, la Argentina contaría con el principal reservorio de gas no convencional del mundo. En términos de potencial nominal, el país tendría el 11 % del gas no convencional con posibilidades técnicas de ser explotado. Más aún, dispondría del 8 % de las existencias mundiales de crudo no convencional —equivalente a 27 000 millones de barriles de petróleo—, ubicándose por detrás de Rusia, los Estados Unidos y China, y por delante de Libia y Venezuela, conformando con todos éstos la lista de sólo seis países en los que se concentran las dos terceras partes de las reservas totales de crudo no convencional. Estos datos fueron plasmados en un trabajo publicado el 10 de junio por el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE, por sus siglas en inglés). A tenor de lo informado por YPF, los yacimientos no convencionales argentinos gozarían de una afortunada posición estratégica: sus reservas de gas se encuentran cerca de pozos ya existentes, escenario diametralmente opuesto al que se presenta en China, en donde los recursos no convencionales se localizan en zonas alejadas que requerirían del tendido de nueva infraestructura para su explotación.
ROMERO.—Estamos acostumbrados a lidiar con empresas grandes, como las de la megaminería metalífera a cielo abierto. Por un momento, la mayoría de la gente duda en seguir con esta lucha para defender los recursos de Mendoza; lo hemos analizado muchas veces. La verdad es que no tenemos miedo. Además, nuestra provincia vive hace cuatro años una crisis hídrica: hace dos años que está prohibida la apertura de nuevos pozos para riego y consumo por la disminución del agua en los acuíferos. Resulta una locura permitir que todos estos emprendimientos se lleven a cabo en la provincia de Mendoza.
OP.—El 13 de febrero fue la fecha elegida a comienzos de año por YPF para levantar el telón de la exploración de gas y petróleo no convencionales en la provincia de Chubut. En un acto encabezado por la presidenta, Cristina Fernández, se puso en marcha el primer pozo exploratorio en un campo petrolífero ubicado a unos treinta kilómetros de distancia de la ciudad patagónica de Comodoro Rivadavia, frente al Golfo San Jorge. El objetivo se encontraba a tres mil metros de profundidad, donde se halla la principal roca generadora de petróleo de la cuenca del golfo. “Yo estoy segura de que aún tenemos que explorar en muchísimas partes de la Argentina. Por eso queremos ir por todo: por los convencionales y por los no convencionales”, dejó en claro Fernández.
ROMERO.—Tenemos que estar preparados para contrarrestar esto. Va a ser difícil, pero todas las asambleas vamos a tratar de seguir firmes, concientizando a los vecinos. Porque no es lo mismo hablar con ellos sobre un tema trillado como la minería que tratar de explicarles lo que es el “fracking”, que para muchos es algo nuevo. Hemos empezado de vuelta el trabajo que hicimos con la megaminería: dar charlas en escuelas y hablar en los medios gráficos y en las radios para concientizar a la gente acerca de los inconvenientes y los desastres, comprobados con informes científicos, que produce el “fracking” en todo el mundo.
OP.—“Vamos a tener que desplegar procedimientos extractivos sobre los cuales aún no está todo resuelto en lo técnico, y en ello tenemos una enorme oportunidad de desplegar nuevos conocimientos”, había señalado por su parte el gobernador, Martín Buzzi, en la víspera. Lo peculiar del acto del día siguiente fue que, durante su discurso, la presidenta llamó la atención sobre el hecho de que “los recursos que están debajo de la tierra no son renovables”. En consecuencia, admitiría a posteriori, “tenemos la obligación de imaginar una Patagonia donde también saquemos riquezas de la superficie, acompañando el inmenso esfuerzo y sacrificio que viene de las entrañas del suelo”. Buzzi, actual número uno de la Ofephi, resumió la visión que posee sobre la situación de su propia provincia de un modo un tanto diferente: “Somos un territorio que vive de lo que puede extraer del subsuelo. A veces se instala la idea de que la Argentina es un país agrícola y, la verdad, es que sus dos terceras partes son áridas o semiáridas y viven del subsuelo”.
ROMERO.—No creo que sea una preocupación para el gobernador, sino más bien una bajada de línea de la Presidenta y de las empresas multinacionales interesadas en invertir. Es una oportunidad para ellas y para el Gobierno nacional, pero nunca para las provincias en donde se llevan a cabo esos proyectos. La mayor parte de Mendoza se mueve debido al agro y a la producción vitivinícola. Mendoza tiene tres oasis productivos en peligro constante desde hace cuatro años por la disminución del caudal de agua para riego y consumo. El origen de esos oasis no es otro que los glaciares que tenemos en la Cordillera. No es algo muy difícil de explicar; los mendocinos lo tienen en el inconsciente. Nos despertamos, vemos la Cordillera nevada y sabemos de dónde viene el agua que necesitamos todos los días.
Notas a pie de página
[1] Comunicación telefónica. Realizada el 30 de junio.
Fuente: OCRN