Argentina: posible contaminación industrial en Río Negro
Después de 40 años de producción en gran escala de INDUPA SAIC, avalada por disposiciones del Estado (incluyendo a las dictaduras) que la declaraban “ambientalmente aceptable” aparecen, finalmente, las consecuencias. Entre los tóxicos enterrados en las cercanías de Cinco Saltos, aparte de DDT, gamexane y monómero, sobresale la posibilidad de encontrar el depósito (en gran medida clandestino) más grande de mercurio de América Latina. La Agrupación de Vecinos en Defensa del Medioambiente, ha denunciado lo que podría ser una catástrofe sin precedentes en la región
Después de 40 años de producción en gran escala de INDUPA SAIC, un conglomerado asociado a la mega-planta de soda solvay que instaló en San Antonio Oeste, y avalada por disposiciones del estado (incluyendo a las dictaduras) que la declaraban “ambientalmente aceptable” aparecen, finalmente, las consecuencias. Pero no como resultado de la tan pregonada “responsabilidad empresarial” o la eficacia de los controles públicos sino por la irrupción de una nueva fuerza política, diversa y menos reclamativa: la asamblea de vecinos.
Entre los tóxicos enterrados, aparte de DDT (“langosticida” lo llamaba un ex – empleado que, como muchos, padece de cáncer), gamexane y monómero, sobresale la posibilidad de encontrar el depósito (en gran medida clandestino) más grande de mercurio de América Latina. Si rompe las precarias barreras que lo sostienen, podría llegar al canal de riego principal del Alto Valle de Río Negro, amenazando a una de las economías regionales y la salud de la población de todas las comunidades aguas abajo.
Cinco Saltos es una ciudad de alrededor de 24.000 habitantes que forma parte del Alto Valle rionegrino, destacado por la producción fruti hortícola que constituye su actividad más importante. Durante casi 50 años desarrolló sus actividades allí la empresa INDUPA, que en el año 1995 cerró sus puertas para trasladarse a Bahía Blanca. La empresa se dedicó a la actividad química electrointensiva utilizando elementos altamente tóxicos como el mercurio, cloro, DDT, amoníaco y monómeros. Hace algunos años atrás, un grupo de vecinos e hijos de ex trabajadores fallecidos o enfermos de gravedad, constituidos últimamente como AGRUPACION DE VECINOS EN DEFENSA DEL MEDIOAMBIENTE, vienen denunciando lo que podría ser una catástrofe sin precedentes en la región.
Actualmente, esta agrupación - tanto como la Asamblea Coordinadora Patagónica contra el Saqueo y la Contaminación de la que forma parte - están denunciando la posible existencia de enterramientos clandestinos o de depósitos de residuos peligrosos generados en grandes cantidades, sin tratamiento y sin controles estatales, que pudieran haber permanecido por años cerca de la población, de las zonas productivas y, sobre todo, del canal principal de riego que aporta agua para consumo humano y riego a lo largo de todo el alto valle hasta la ciudad de Villa Regina, en un tramo que abarca unos 90 kilómetros.
En una reunión reciente con las autoridades municipales, autoridades provinciales y nacionales de medio ambiente y representantes de la empresa IMEXTRADE (dedicada a lo que en la jerga empresaria se llama “remediación ambiental”), los vecinos denunciaron que el CODEMA (Comisión de Ecología y Medioambiente de Río Negro) tomó pruebas del carbón activado de uno de los enterramientos y todavía no se han dado a conocer los resultados públicamente. De ellos se espera saber, aunque ya habría evidencias de lo contrario, si los residuos depositados allí desde hace décadas se encuentran tratados correctamente. Cuestionan además los criterios y principios usados para definir lo que es “correcto” o “apropiado” por parte de la empresa y el estado. También denuncian el traslado sorpresivo e inconsulto - autorizado por el CODEMA - de parte de esos residuos industriales hacia la ciudad de Tortuguitas (Prov. de Bs. As.) no bien los vecinos denunciaban su peligrosidad y expresaban la necesidad de análisis urgentes. Los vecinos alertan además –basados en precisos testimonios de ex–trabajadores de la empresa- sobre la posible presencia de enterramientos de monómero, gamexane, DDT, soda cáustica, vinilo y cloro en gran cantidad. Además de la presencia de enterramientos de gas benceno y tolueno, presuntamente depositados sin respiraderos, con el posible peligro de explosiones y fisuras en el terreno.
Los vecinos exigen a las autoridades ambientales, a la Autoridad Ínter jurisdiccional de Cuencas, Dep. Provincial de Aguas y de salud pública que intimen a la empresa a brindar la información de los lugares de enterramiento, pues existe el riesgo que sean los propios vecinos y aún los niños del lugar que pasean por las bardas cercanas, quienes encuentren estos depósitos altamente peligrosos. Un ex operario de INDUPA, afectado en su salud explicó en la concurrida reunión que se les encargaba el apaleo de DDT puro (“langosticida”), además de monómero y otros productos tóxicos que eran embolsados con exposición directa de los obreros que tenían que reponerse de malestares diversos luego de un breve contacto con estos productos. Miles de personas convivieron durante décadas en esas condiciones laborales inhumanas y aún hoy los hijos y nietos de esos obreros podrían ser los portadores, silenciosos o no, de las consecuencias sanitarias de esta actividad industrial contaminante. Actividad ésta que contó con la complicidad encubierta del Estado provincial y Municipal, quienes se mantuvieron ausentes en todo este proceso que llevó tiempo y fue sumando muertes, enfermedades y contaminación.
Los miembros de la Asamblea Coordinadora Patagónica no nos sorprendemos de éstas prácticas. Precisamente: externalizar (enterrar, negar, ocultar) las consecuencias de sus actividades es una de las características y trucos centrales del capitalismo. Campanadas de “éxito” bursátil por un lado, mega – depósitos de “pasivos ambientales” (como insisten en llamarlos) por el otro. “Es exactamente lo que nos espera si permitimos la actividad minera contaminante”, dijeron miembros de la Asamblea. “Después de llenar los bolsillos de los accionistas se van, pero antes contratan o venden el desastre a empresas mucho más pequeñas que dicen saber acerca de cómo “remediar ambientalmente” las consecuencias. En este caso tanto la provincia como el estado nacional son socios indirectos de INDUPA y otras industrias asociadas (de otra forma no se comprenden los inmensos favores y subsidios otorgados) y por esa razón no confiamos ni un instante en los organismos estatales. Viven postergando las medidas judiciales, prometen y declaman, pero en definitiva no sirven”.
Sociedad Ecológica Regional
Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Gral. Roca
Vecinos de Cinco Saltos