Argentina: El Río Negro no se curará tomando un Mejoral
La ministra del ambiente reconoció que toda la cuenca del Río Negro está contaminada, confirmando que las tres cuencas más grandes del país están ecológicamente comprometidas. Su propuesta de “mejorar” esas aguas es como recetarle un Mejoral a un paciente crítico internado en un CTI.
Días atrás, la Ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Ambiente, Eneida de León, reconoció que la cuenca del Río Negro está contaminada. En sus dichos a la prensa fue contundente al afirmar que "toda" la cuenca está comprometida (ver aquí).
El mal estado de esas aguas no es una novedad, ya que había sido señalado desde hace años por varios informes académicos e incluso en reportes del propio MVOTMA. Lo que ahora sucede es que la máxima autoridad ambiental del país lo reconoce, y de esa manera se vuelve "visible" para la política nacional.
Antes nunca se sabía si los ministros y la presidencia leían (o entendían) esos reportes ambientales. Ahora está claro que el Poder Ejecutivo comprende que la cuenca del Río Negro está contaminada. Un artículo de Tomer Urwicz (El País) basado en varios estudios científicos explica como el exceso de fósforo genera condiciones que alimentan la contaminación por microorganismos, volviendo esas aguas en líquidos letales para el ganado. La proyectada planta de UPM elevará todavía más la descarga de fósforo en el río. Esto deja en claro que la situación es ominosa.
De esta manera, bajo el actual gobierno nos encontramos que las tres cuencas más grandes del país están afectada por polución: la del Río Santa Lucía (posiblemente el caso más grave), la del Río Negro, y la del Río Uruguay (aunque allí se reparten las culpas con las naciones vecinas). Se puede indicar que problemas similares se repiten en otras cuencas menores. Pasando en limpio todo esto se llega a una conclusión que estremece: enfrentamos una grave y generalizada contaminación de aguas superficiales que cubre casi todo el país.
Desde el punto de vista ambiental esta es una situación gravísima. Uno esperaría el anuncio de planes de emergencia de aplicación inmediata, un esfuerzo coordinado entre el Ejecutivo y las intendencias, otra actitud del Ministerio de Ganadería para frenar la polución agropecuaria, y así sucesivamente.
Pero parecería que para el Poder Ejecutivo esta no es una emergencia. Sus energías están puestas en conseguir la inversión de UPM (para lo cual ha instalado equipos de trabajo), pero no en mejorar la calidad de nuestras aguas. Es alarmante la pasividad del Ministerio del Ambiente frente a esta situación. A su vez, el Poder Legislativo no debería ser un mero testigo de esto, sino que tendría que lanzar un debate nacional.
Se está repitiendo lo mismo que ha ocurrido desde hace años en la zona del Santa Lucía, con una sucesión de informes que muestran el deterioro de las aguas y vecinos que protestan, mientras el Poder Ejecutivo dice que algo hará, lanzando un plan que al tiempo es reemplazado por otro plan, con una baja eficiencia en conseguir resultados.
Las declaraciones de la ministra son todavía más graves cuando se analiza el resto de sus dichos. En efecto, después de admitir la contaminación de toda la cuenca del Río Negro, sostuvo que hay "trabajar para mejorarlo y si se llega a instalar UPM allí vamos a trabajar en conjunto para mejorar todo el sistema".
Me pregunto: ¿sólo se "mejorará" el agua del Río Negro si UPM se instala allí? ¿la papelera es una condición para descontaminar? ¿cuál es el significado de "mejorar" la calidad del agua?
La misión del ministerio del ambiente no es "mejorar" los sitios contaminados; no es pasar de mucha contaminación a un poco menos. Su objetivo está en asegurar la calidad del ambiente, o sea que, en este caso, que las aguas no estén poluídas. Debe recuperar la calidad del Río Negro y evitar que se vuelva a contaminar.
Para que todo esto sea más comprensible, no hay mejor ejemplo que entender que las políticas ambientales se asemejan a las políticas en salud pública. Así como un ministro de salud debe asegurar la salud plena de los uruguayos, un ministro del ambiente tiene como cometido la salud de los ecosistemas. El Río Negro y otras cuencas están "enfermas", son pacientes en situación crítica.
Siguiendo con esta analogía, cuando la ministra dice que su propósito es "mejorar" las aguas, es como si el ministro de salud pública, ante una epidemia, diga que no tomará medidas para sanar a los enfermos, como atender los casos más graves en un CTI o evitar nuevos con vacunas, sino que le basta con que se "mejoren", por ejemplo dándoles analgésicos. Es como si se intentará sanar a un paciente en situación crítica dándole a tomar un Mejoral.
Fuente: RAL - AL Uruguay