Argentina: #1 - ¿Fiesta en La Rural?
Si el día arrimó nubarrones a la inauguración de la 132° Exposición Rural de Palermo, el verdurazo de las organizaciones de la agricultura familiar terminó de cambiar el clima.
Justo al cumplirse 10 años del conflicto alrededor de la Resolución 125, y justo cuando un hombre de sus filas ocupa el Ministerio de Agroindustria, la Sociedad Rural Argentina (SRA) se preparaba para reeditar esa “gran fiesta del campo” donde históricamente se muestra abanderada de un sector que dice ser motor del desarrollo nacional. Es la exposición donde se renueva la épica de cada comercial de camionetas y maquinaria agrícola: hombres (siempre hombres) que aún en las peores condiciones (desde climáticas hasta políticas) consiguen salir airosos arrancándole (esa es la palabra) a la tierra los frutos que hacen grande a esta nación. Esa cantinela que, junto a los agrotóxicos, viene envenenando sistemáticamente a una parte de nuestro pueblo. Se trata de un sector que tiene una larga experiencia en apropiarse de cosas, y que durante el conflicto del 2008 logró quedarse con una más: la palabra “campo”.
Pero sin embargo ahí estuvieron lxs campesinxs, ofrendando su producción a lxs transeúntes, para decir que “Hay Otro Campo, que la está pasando mal”. La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), junto con el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) Rural y otras organizaciones repartieron 5.000kg de verdura a las personas que se acercaron a pesar del frío y la lluvia, para visibilizar una problemática que no ocupa las primeras planas de los diarios, ni, lamentablemente, la preocupación de la mayoría de la población de las ciudades.
La protesta fue detonada por la decisión del gobierno de eliminar el Monotributo Social Agropecuario (MSA), como parte del desguace de las políticas específicas para el sector. El MSA se creó en 2009, para garantizar el derecho de miles de familias quinteras, campesinas y de la agricultura familiar, de acceder a una obra social y tener aportes jubilatorios. También permite facturar y regularizar la actividad de un sector que era sistemáticamente empujado a la informalidad. Más de 100.000 personas fueron beneficiadas por esta política que vino a reparar una deuda histórica. Sin el MSA, cada agricultor va a tener que poner de su bolsillo $288 para tener obra social; y así el Estado se “ahorra” 30 millones de pesos por mes, en el marco del ajuste del gasto público cristalizado en el acuerdo con el FMI.
Es un golpe más para un sector que, aún así, produce el 60% de los alimentos que consumimos cada día. Lxs invisibles que están en cada mesa.
Este despojo contrasta con la actitud del mismo Estado hacia los productores de commodities de exportación, a quienes vienen reduciéndoles retenciones, y cuentan con total acompañamiento estatal: la eliminación y disminución de retenciones a las exportaciones representa alrededor de 1.500 millones de dólares anuales, dependiendo de los precios internacionales.
- MENOS políticas y beneficios para lxs que nos alimentan cada día: sin tierra propia, en jornadas extenuantes, a merced de intermediarios y especuladores, y sin apoyo estatal.
- MÁS para los que amasan fortunas con la exportación de commodities, con las mejores tierras de este país, el apoyo del Estado al que desfinancian, y especulando con los precios internacionales y la cotización del dólar.
Ayer #Verdurazo fue trending topic, junto con #InflacionRecord y #AbortoLegalSinObjecion, además de #AMIA y #NelsonMandela. La convicción de las organizaciones logró que la auto-celebración de los dueños de casi todo tuviera otro contenido, y que un reclamo tan justo como el campesino pudiera estar como sus verduras: en boca de todxs.
…
Y hablando de “en boca de todxs”, quizá sea buen momento para hablar de otras cosas que están pasando en paralelo no?
(continuará)