Activistas toman la planta de Bonafont en Puebla

Alrededor de las 13:30 horas del pasado domingo, integrantes de los Pueblos Unidos, activistas y presuntos miembros del EZLN irrumpieron en las instalaciones de la fábrica embotelladora Bonafont, que se ubica en el municipio de Juan C Bonilla. Durante más de dos horas, los integrantes realizaron un plantón y un “juicio” sobre las acciones que los gobiernos de los diferentes niveles han permitido para “para beneficiar sus intereses y de los empresarios”.

En la protesta, los inconformes colocaron una ofrenda a la “Madre Naturaleza”, con imágenes religiosas, así como la representación de la destrucción al medio ambiente y la contaminación que se registra en los ríos de las más de 10 comunidades por los parques industriales, carreteras, fraccionamientos e instalación de empresas en los municipios de San Pedro y San Andrés Cholula y en la región Izta-Popo.

Durante el plantón, los manifestantes aseguraron que continuarán con su movimiento para evitar que la embotelladora de agua Bonafont “continúe con el robo del agua que les pertenece, pues se han secado los pozos y ameyales”. En este contexto, destacaron que mantienen la organización para la defensa del agua. Durante el mitin, algunos activistas y presuntos miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) contaban con banderas negras, donde se apreciaban las siglas del movimiento surgido en Chiapas. 

“Como zapatistas somos la pesadilla del gobierno, pero nuestros pueblos indígenas estamos haciendo alianza por la lucha contra el capitalismo, pues son varios escuadrones los que estamos en esta lucha como son los municipios de Juan C. Bonilla, San Pedro y San Andrés Cholula, Huejotzingo, San Martín Texmelucan, Coronango, Xoxtla, Nealtican y Cuautlancingo”, expresó una habitante de San Gabriel Ometoxtla. 

En una simulación de juicio contra los niveles de gobierno y empresas, los opositores a la embotelladora acusaron a las compañías por explotación de tierras para la creación de carreteras, construcción de zonas industriales que contaminan sus ríos y mantos acuíferos. “En 2017 los desechos que expidieron fueron en los rellenos sanitarios, por lo que debemos detener este tipo de situaciones, porque están contaminando nuestros mantos acuíferos y nuestros cultivos, por ello debemos sembrar árboles”, precisó un orador en representación a los simpatizantes del movimiento por Coronango.

De igual forma, una habitante del municipio de Juan C. Bonilla destacó que la empresa Bonafont ha secado pozos y ameyales, por lo que integrantes de Pueblos Unidos decidieron bloquear los accesos a la compañía hace cuatro meses y acusó que “la firma solo se ha enriquecido a costa de la falta de agua”.

A su vez, una habitante de Santiago Mixquitla señaló: “Hoy en día le venimos a exigir al Presidente de la República que renuncie, pues hoy los pueblos estamos aquí para exigir su renuncia y que estas empresas que nos roban nuestro vital líquido queden fuera. Hoy mienten al decir que al estar aquí generan empleos, pero todo el dinero es para los empresarios y así lo dicen los hermanos zapatistas, somos semillas que germinan y hoy estamos más que nunca germinando”.

Posterior al “juicio”, los presuntos integrantes del movimiento zapatista y los miembros de Pueblos Unidos retiraron las tablas que se encontraban en el enrejado de la empresa de Bonafont, ingresaron uno a uno por espacio del lado derecho.

Una vez que las más de 20 personas vestidas de negro se encontraron al interior de fábrica, retiraron los candados y abrieron la reja para que el resto de los inconformes entraran y vociferaran protestas contra la fábrica y el gobierno. Tras abrir la reja, un grupo de mujeres se puso al frente de los manifestantes con una manta en la cual estaban escritos todos los pueblos y municipios afectados por la falta de agua y el secado de los pozos artesanales.

Entre los municipios destacaron Santa María Zacatepec, Juan C Bonilla, Huejotzingo, San Martín Texmelucan, Cuautlancingo, Nealtican, San Andrés y San Pedro Cholula, entre otros. Poco a poco avanzaron los miembros encapuchados que vestían de negro y al llegar al pozo de la fábrica fue clausurado de forma simbólica con tinta roja y exigieron un alto a la sobreexplotación de los mantos acuíferos de la zona. En tanto, el resto de los inconformes bloqueaban uno de los accesos a la fábrica, lo realizaron con rejas y artefactos que se encontraban a su paso; al mismo tiempo, movieron uno de los camiones que transporta y comercializa los garrafones de agua. 

Fuente: Milenio